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Zarzuela en los tiempos de Twitter

Paolo Pinamonti estrena su primera temporada en el teatro lírico madrileño El objetivo es activar el interés del público joven por el género

Daniel Verdú
Una escena de Ay, amor, que se estrena el viernes en el teatro de la Zarzuela.
Una escena de Ay, amor, que se estrena el viernes en el teatro de la Zarzuela.Fernando Marcos

“Uno de los problemas es que muchos asocian este género a la música de sus abuelos”. La frase es del director del teatro de la Zarzuela, Paolo Pinamonti (Venecia, 1958), que este viernes estrena su primera temporada al frente de la programación (el contenido de la anterior fue heredado) de este histórico espacio. Y lo hace con la idea de modernizarlo y abrir un poco las ventanas para que entre aire fresco. Pero plenamente consciente del remoto interés que despierta el tipo de programación que se ha hecho hasta ahora entre los nuevos públicos que pretende atraer. Su idea es incorporar la zarzuela al siglo XXI y poner el centro que dirige a un nivel (musical y escénico) que, de alguna manera, pueda mirar de frente al Real, como sucede en otras ciudades europeas, donde se establece un diálogo cultural y musical entre distintos teatros.

El primer título del curso apunta en esa dirección. Ay, amor, la fusión de El amor brujo y La vida breve, de Manuel de Falla, es un montaje que ideó el fallecido Herbert Wernicke en 1995 y que ahora llega a España con algunos retoques escénicos para adaptarlo al espacio y a la personalidad de los cantantes y bailarines que le dan forma. Ambas obras (La vida breve y Amor brujo), inconexas en la narración, comparten ese sentimiento desesperado y flamenco surgido del desamor. Y ahí fue donde Wernicke, enamorado de España, encontró un lazo de unión en una suave transición que sucede sobre la escena. “Combinan de forma natural. Además, hay muy pocos elementos sobre el escenario. De hecho, en algunas críticas que recibimos al comienzo se dijo que, de alguna manera, Amor brujo ejercía de prólogo de La vida breve”, explica Wendelin Lang, antiguo asistente de Wernicke y hoy al frente del proyecto.

El montaje, en su primera parte, duplica al personaje de Candela. La flamenca Esperanza Fernández canta (dice que le ha costado mucho estarse quieta) y Natalia Ferrándiz baila (en un escenario inclinado). Juanjo Mena, director de la BBC Philharmonic, dirigirá a la Orquesta de la Comunidad de Madrid.

La temporada arranca con 'Ay, Amor', un montaje de Wernicke a partir de dos obras de Falla

Tras las 16 funciones que sucederán al estreno de este viernes, Pinamonti seguirá aplicando su idea de renovación. “Hay un envejecimiento del público, los jóvenes tienen otros intereses, no hay que ocultarlo. Pero la zarzuela también habla de hoy, de los eternos conflictos como el desencanto en el amor”, explica el veneciano. Se ha cambiado la imagen de los programas y la cartelería, el teatro está presente en Facebook y Twitter y Pinamonti está dispuesto a recibir propuestas de libretos y partituras nuevas. Y he aquí el asunto más controvertido. Porque una cosa es lo que le gustaría y la otra los límites que presenta el género.

“El lenguaje de la música contemporánea, la narrativa teatral que ofrece, no siempre se adapta a la zarzuela. Además, la lengua castellana a veces no es la más idónea para la sintaxis de la música contemporánea. Por eso las obras de la segunda mitad del siglo XX más conseguidas son en inglés”, explica Pinamonti. “No quiero enfriar los ánimos de los compositores, pero lo que dije es que es un reto sobre el que un teatro debe encaminarse. Pero hay que ser cuidadoso con algo que ha cambiado radicalmente. No es casualidad que Ligeti, Stockhausen, Boulez, Kurtág… hicieran poco teatro”.

Cada estreno estará acompañado este año de exposiciones y conciertos paralelos. Ay, amor aterriza en Madrid con una muestra en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con las pinturas de Julio Romero de Torres, en las que se inspiró Wernicke, y otra en el teatro de la Zarzuela sobre Manuel de Falla. Además, se ha programado un concierto de Miguel Poveda (el 4 de octubre) y otro del guitarrista Tomatito (9 de octubre).

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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