Del arte de la ‘webserie’ al séptimo arte
Tras acumular millones de seguidores en la Red como El Cabesa y El Culebra, Alfonso Sánchez y Alberto López estrenan un filme de “neorrealismo sevillano”
Como una sola voz, un eco recorre en Internet de una web a otra: “¡¡El Cabesa y El Culebra tienen película!!”. Sí, y es buena. Alfonso Sánchez (Sevilla, 1978) empezó con sus webseries por un ansia: “Yo quería hacer cine. Como fuera. Pero no teníamos dinero en la productora y sí una cámara HD”. Así nacieron cortos para la web como Esto ya no es lo que era o Eso es así. “¿Sabes cómo descubrí que habíamos acertado? Enviamos Esto ya no es lo que era a un puñado de festivales, uno de ellos pidió colgarlo en su web, y tiempo después alguien me envió el enlace con el mensaje ‘Tienes que verlo’ sin darse cuenta de que era mi trabajo y ya contaba con 50.000 visitas”. Hoy su trilogía ha recibido, en su canal YouTube, más de nueve millones de visitas (y 10,5 millones si sumamos sus accesos totales). “Sin embargo, queríamos volver a nuestra primera pasión, el cine”. Porque Sánchez no solo encarna a El Cabesa, sino que es el guionista y director de esos cortos, y de ese primer largometraje, El mundo es nuestro,en el que El Cabesa y El Culebra acaban envueltos en un estúpido atraco a un banco en mitad del barrio de Triana.
Como buenos raterillos chandaleros, todo lo que le puede ir mal a la pareja les va mal... con toda Sevilla viendo por televisión sus andanzas. “Me encanta esa etiqueta de neorrealismo sevillano, porque eso significa que hablan de la película”. Cuando lo normal es que las webseries salten a la televisión —“y desde luego, recibimos ofertas para ello”—, Sánchez aguantó el envite y apostó por el largometraje. “El riesgo existe. Tenemos la confianza en que hemos hecho un buen producto. Ahora esperamos enganchar al público”. Y siempre recordando que ser conocido en Internet no presupone que se vaya a triunfar en el mundo analógico... como desgraciadamente ya han experimentado en sus carnes otros directores españoles. “En la productora, MundoFicción, somos muy conscientes de eso. La gente debe saber que es un buen producto, hecho con empaque de cine y pensado para su disfrute y para entretener”. Como repite sin cesar en una afortunada expresión que ha acabado en el dosier de prensa: “Es como si metieras en una batidora Tarde de perros, El odio, Atraco a las 3, La estanquera de Vallecas y La escopeta nacional y le dieras al turbo. Como si Berlanga, Azcona, Lumet y Tarantino se fueran de botellón al chalé de Kusturica”.
Sánchez actúa, produce, escribe y dirige. “Mi pasión es actuar. Lo que me gusta es formar parte de la parte creativa, así que no me preocupó primero escribir y luego actuar y dirigir. También es cierto que me apoyé en una gran ayudante de dirección. Lo que me hizo sufrir fue formar parte del trío de productores ejecutivos: me convertía en otra persona”. El mundo es nuestro está financiado en su mayor parte por crowdfunding, micromecenazgo en el que mucha gente ayuda con pequeñas cantidades. “Rodar costó poco, pero al final el proyecto tiene su posproducción y llegaremos a los 700.000 euros”. Mientras ha proseguido con su carrera como actor. “Me hace gracia esos que me ven en Grupo 7 y dicen: ‘¿De dónde sale ese?’. Pues de años de trabajo. Yo empecé en ¡Ala... Dina!, en el año 2000, más o menos cuando Antonio de la Torre, y he participado en El reino de los cielos o en El ataque de los clones...”. El sevillano ha participado en toda la tele que ha podido, en películas como Los mánagers, hasta pillar un papel con peso como su Amador de Grupo7. “¡¡¡Tengo ganas de ser actor!!!”.
Cuando llega el momento de la seriedad, Sánchez encuentra otros referentes. “El guion es muy maquiavélico. Trabajé todo lo que pude en él y más. Me encanta esta casualidad: estrenamos el 22 de junio \[ayer\], un día después del aniversario de la muerte de Maquiavelo. Amo a todos los personajes, y a todos los respeto. Más aún, el esquema del libreto es completamente aristotélico: con sus tres actos, su protagonista activo, con unos secundarios que cambian durante la acción, con luces y sombras, y con una situación que deben resolver”. ¿Lograrán El Cabesa y El Culebra salir con buen pie del atraco, con el botín en la mano y huir a su deseado Brasil? “La respuesta está en algo que te he dicho antes: quiero que el público disfrute”.
Babelia
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