Rafael de Paula gana el premio ‘Joaquín Vidal’

El Círculo Taurino Universitario Luis Mazzantini ha concedido el XII Premio Nacional Universitario de Tauromaquia, Joaquín Vidal al torero jerezano Rafael de Paula “por su concepto puro e íntegro a la hora de interpretar los cánones de la tauromaquia que le han hecho ser considerado una leyenda viva del toreo”.

Se reconoce así la trayectoria del mítico torero, quien cumplirá en septiembre 52 años como matador de toros. Paula representa, según una nota hecha pública por el Círculo “la máxima expresión del toreo artista junto al otro torero mítico Curro Romero, con quien se anunció durante tantas tardes hasta la retirada de ambos”.

Rafael de Paula, de 72 años, está retirado de los ruedos desde 2000 cuando, en plena Feria del Caballo de Jerez decidió cortarse la coleta tras recibir los tres avisos en sus dos toros. No obstante, se le considera un torero tan genial y singular como irregular, muy castigado por las continuas lesiones en sus rodillas, pero que ha dejado una huella indeleble entre los aficionados por su manejo tan personal de los engaños, especialmente en el toreo de capote.

Tomó la alternativa el 9 de septiembre de 1960 en la corrida goyesca de Ronda, con Julio Aparicio como padrino, y Antonio Ordóñez como testigo. Y no confirmó en Madrid hasta 14 años después —caso insólito—, el 28 de mayo de 1974, junto a José Luis Galloso y Julio Robles.

Ese mismo año, pero el 5 de octubre, se disparó su popularidad cuando en la plaza de Vista Alegre deleitó con la capa y la muleta en un festejo junto a Antonio Bienvenida y Curro Romero. Pero hubo que esperar 13 años más, hasta 1987, para que Rafael de Paula se encumbrara a la cima del toreo artista: fue en la Feria de Otoño madrileña, cuando el torero inmortalizó al toro Corchero, de la ganadería de Martínes Benavides. Días más tarde, el 12 de octubre, saldría a hombros por la Puerta del Príncipe de la Maestranza sevillana, donde se encerró en solitario con seis toros.

Ha sido la suya una carrera larga en el tiempo, pero corta en festejos, en los que ha combinado las broncas más ruidosas con las faenas más deslumbrantes, unas y otras presididas siempre por las maldición de sus castigadas rodillas.

Este galardón, que será entregado el próximo día 29 de mayo en Madrid, distingue a una persona, institución o entidad que haya destacado por su apoyo a un concepto puro e íntegro del espectáculo taurino. Nació en el Colegio Mayor de San Pablo CEU en 1995, y desde el año 2002 se denomina Joaquín Vidal, crítico taurino del diario EL PAÍS desde 1976 hasta su fallecimiento hace ahora diez años, y que fue “defensor de un concepto puro e íntegro del espectáculo taurino, idéntico al que distingue este galardón, por otra parte el más importante que se concede en la Universidad española”.

El Premio Joaquín Vidal, creado por el Círculo Universitario Mazzantini, que fue fundado en 1990 por profesores y académicos, ha sido recibido en sus 11 ediciones anteriores por los diestros Pepe Luis Vázquez, Antoñete, Curro Romero, César Rincón y Luis Francisco Esplá; los ganaderos Jaime de Pablo Romero y Victorino Martín; el presidente de la plaza Las Ventas Luis Espada; Juan Antonio Arévalo, que fuera senador socialista, el propio Joaquín Vidal y el conjunto de la afición de Madrid.