_
_
_
_

Heroicidades artísticas, las justas

El Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles apuesta por tres jóvenes creadores en una muestra sobre la épica de lo cotidiano

Obra de Sara Ramo, a la entrada del Centro de Arte 2 de Mayo, en Móstoles.
Obra de Sara Ramo, a la entrada del Centro de Arte 2 de Mayo, en Móstoles.CRISTÓBAL MANUEL

“Señoras y señores, hoy es mi cumpleaños, acabo de llegar a la ciudad y no conozco a mucha gente. Me haría mucha ilusión que me cantaran Cumpleaños feliz...”

Eso lo dice, en francés, el joven colombiano Iván Argote en un ascensor atestado con una veintena de personas en París. Alguno protesta, pero la mayoría empieza a entonar el Joyeux anniversaire. La petición se transforma de inmediato en un momento inesperado de alegre complicidad entre los desconocidos. Todo esto se recoge en uno de los vídeos de este artista (Bogotá 1983) capaz de propiciar o aprovechar con su cámara de vídeo situaciones ente lo poético y lo absurdo. Sus trabajos, junto a los de los Sara Ramo (Madrid, 1975) y Teresa Solar Abboud (Madrid, 1985), conforman la exposición titulada Sin heroísmos, por favor, que se inaugura hoy en el Centro de Arte 2 de Mayo (CA2M) de Móstoles, Madrid. “No es una exposición colectiva sino tres individuales unidas bajo un solo título”, señala la comisaria Tania Pardo.

"Urge desmitificar el acto de crear", opina la comisaria Tania Pardo

Una de ellas, la de Sara Ramo, consta de varias instalaciones impactantes. Así como vino es una especie de laberinto por una caótica ruina urbana, de la que no se sabe si acaba de ser construida o destruida. “Es una pieza sobre la construcción, no sobre lo urbano”, dice. “Es mi manera de referirme a los estragos de la burbuja inmobiliaria y sobre esas terribles urbanizaciones nuevas y vacías”. Sara Ramo tiene ya una importante trayectoria internacional, invitada a bienales, ferias y destacada en libros de referencia sobre jóvenes creadores. El consumismo tiene también su presencia en dos avalanchas: una de bolsas de basura y otra de bolsas de marcas de lujo.

Para Teresa Solar Abboud, de madre egipcia, es su primera exposición en un centro de arte. Tres años obsesionada por el protagonista del filme Lawrence de Arabia la han llevado a concebir un complejo y esteticista trabajo con varios vídeos y un par de escenarios que lo diseccionan y recrean. De madre egipcia, mezcla al personaje histórico con el de ficción y referencias a su propia familia. “He querido crear nuevas narrativas a partir de esos elementos”, afirma. “Los decorados de la película te llevan a otros sitios y el audio que pongo a escenas de la película las transforma”. Ha construido un gabinete de foniatría en el que los sonidos y la repetición de gestos se convierten en guía de la muestra.

Iván Argote, ante una de sus piezas.
Iván Argote, ante una de sus piezas.C. M.

Lo que le interesa a Iván Argote es el comportamiento de la gente. En otro de sus vídeos grita piropos a la gente en la calle. Algunos ríen, otros se enfadan,depende de la ciudad. “Parto de ideas algo abstractas”, explica. “Ideas como la del tiempo y su papel en la vida cotidiana. Intento no abordarlas desde el punto de vista intelectual sino mediante acciones que esperan respuestas naturales de la gente”. A lo largo de los 55 días de la exposición, una de las salas de su muestra estará dedicada a celebrar el cumpleaños de alguna persona del público. Las fechas están casi cubiertas. El CA2M pone la tarta, el sitio y algo de diversión. Lo importante es la gente.

Y eso trae a colación el título de la muestra, tomado de un libro de Raymond Carver. “Hay que desmitificar el acto de crear”, dice la comisaria. “El hecho cotidiano también tiene su propia épica. Y estos artistas los convierten en algo poético”.

 

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_