Europa proclama 'Melancolía', de Lars von Trier, como mejor película
Fernando Trueba y Mariscal reciben el premio al mejor largometraje de animación por 'Chico y Rita'.- La gala se convierte en un alegato europeista
El cine y la defensa de Europa han sido los dos elementos sobre los que ha planeado la gala de la 24ª edición de los Premios de Cine Europeo celebrada esta noche en Berlín. Una ceremonia en la que no hubo una claro ganador y sí muchas sorpresas. Los premios han estado muy repartidos, aunque ha sido Melancolía, de Lars von Trier, la que se ha alzado con el premio a la mejor película, además del de fotografía y dirección artística. Junto a este espaldarazo por el filme apocalíptico del realizador danés, la Academia europea ha dado su apoyo a dos películas ya un poco olvidadas que consiguieron importantes premios de Hollywood, en la ceremonia de hace diez meses, como El discurso del rey, dirigido por Tom Hooper, y En un mundo mejor, de Susanne Bier. El discurso del rey (cuatro oscar) ha conseguido dos premios oficiales (actor para Colin Firth y montaje), más el del público, y En un mundo mejor (un oscar), el galardón a la mejor dirección para la también danesa Susanne Bier. Una de las favoritas de la noche, The artist, el filme de Michel Hazanavinicius, solo se ha llevado a casa el galardón a la mejor música, de las cuatro candidaturas con las que partía. El polémico y provocador Von Trier, que aseguró comprender a Hitler en el Festival de Cannes, ha estado ausente de la ceremonia.
La historia de amor de Chico y Rita, dirigida por Fernando Trueba, Xavier Mariscal y Tono Errando, ha conquistado los corazones de Europa y se alzado con el galardón al mejor largometraje de animación. Ni Alberto Iglesias ni Antxón Gómez han conseguido los premios para los que eran candidatos, en los apartados de música y dirección artística por La piel que habito, de Pedro Almodóvar. Tampoco Icíar Bollaín ha conseguido el galardón del público por También la lluvia.
Una lección de europeismo
Ha sido una gala en la que el cine ha plantado cara a la crisis política de Europa y ha dado una lección de unión e integración. La ceremonia se ha convertido en un clamor reivindicativo del cine y la literatura frente a la crisis de valores que vive el viejo continente y en una decidida defensa de la idea de Europa. Lo dijo el cineasta alemán y presidente de la Academia de Cine Europeo, Wim Wenders en su discurso de bienvenida. "La Europa del cine y la cultura no es la de los banqueros y los políticos. La separación no es la solución, sí lo es la integración, la solidaridad y la democracia", aseguró el director, que en esta ocasión también competía y se llevó a casa el premio a mejor documental por Pina, un maravilloso retrato en 3 D de la bailarina y coreógrafa alemana.
En la misma línea política se pronunció el cineasta Volker Schlöndorff, director de El tambor de hojalata, que aseguró que Europa es una realidad y no un proyecto político. "Ningún país va a condicionar la libertad de expresión de este continente", añadió Schlöndorff. "Vivimos un momento en el que Europa está de baja a nivel de expectativas y es en la cultura donde debemos de luchar por la unión", aseguró por su parte Alberto Iglesias, que se ha quedado sin la estatuilla a mejor músico de La piel que habito, que ha ido a parar a Ludovic Bource, por The artist.
Aunque la presencia del cine español en esta ceremonia era muy escasa, la noche ha empezado bien pero ha acabado mal. Solo ha habido un premio para la película de animación Chico y Rita, dirigida por Fernando Trueba, Xavier Mariscal y Tono Errando. Con un "viva Europa", ha saludado Mariscal el galardón conseguido, mientras hacía vídeo con un teléfono móvil. Trueba ha recordado y dedicado el premio al músico cubano Bebo Valdés. "Fue mi gran inspiración", ha asegurado el director madrileño. También la productora uruguayo-española Mariela Besuievsky ha subido al escenario para recoger el premio Eurimages. Besuievsky, segunda mujer en recoger este galardón de la industria, hizo una defensa de la producción independiente y de la necesidad de unirse para sacar adelante proyectos de coproducción. "Cuando una película sale bien se dice que se debe al talento del director y cuando sale mal las culpas son para la producción", se quejó la productora.
La realizadora danesa Susanne Bier ha recogido muy emocionada y llorosa el premio a la mejor dirección por En un mundo mejor, un relato sobre la venganza y el hecho de que la bondad deba de ser un valor en alza. Los galardones a la interpretación han sido toda una sorpresa. Cuando todo el mundo apuntaba a los actores de Melancolía o The artist, los galardones fueron para los intérpretes británicos Tilda Swinton por Tenemos que hablar de Kevin, en la que hace el papel de una madre angustiada por un hijo difícil, y Colin Firth por El discurso del rey, filme con el que el actor obtuvo también el oscar en la última edición. Ninguno de los dos ha estado presente en la ceremonia, que ha estado presentada de manera ágil y divertida por la actriz alemana Anke Egelke.
Babelia
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