Mucho cine español para un certamen europeo

Mañana de mucho cine español en el festival de cine europeo de Sevilla, justo cuando empiezan los actos dedicados al cine ruso. En la sección oficial, Las olas, el segundo filme de Alberto Morais, el autor de Un lugar en el cine, una road movie con un anciano protagonista (al que da vida con una perfecta contención Carlos Álvarez-Novoa). En el apartado documental, Las constituyentes, de Oliva Acosta, sobre las 27 senadoras y diputadas que formaron parte de las Cortes constituyentes de 1977.

La primera viene de ganar en el festival de Moscú los premios a la mejor película, al mejor actor protagonista y el galardón de la crítica. Según su creador, "escribí pensando en una vida gris, dañada por una herida de hace sesenta años que intenta restañar". "Por eso vuelve a esa playa, a esa herida, sin cerrar como tantas otras cosas en este país". Álvarez-Novoa, que tiene tres películas a concurso en el certamen, describió a Morais como un cineasta "minucioso". "Es extremadamente exigente, meticuloso. Tenía una visión muy clara de la película, que las cosas suceden dentro de los personajes. Me decía siempre: 'No levantes las cejas". Laia Marull, que entra a mitad de la película y hace estallar el metraje, confesó que acababa de haberla visto, "Salgo tocada de la proyección. Ya en guion sentí esa fuerza, ese efecto recíproco entre los personajes. El uno abre al otro y viceversa. Gracias a cada uno el espectador conoce al otro". Morais tiene claro que su cine es especial: "Voy más allá de los personajes, apuesto por los espacios, a veces ahí dejo la cámara cuando las personas se han ido. Los sitios cuentan tantas cosas como los personajes. Provengo del documental, de los márgenes del cine, y tal vez de ahí también sale mi intención de desnudar emocionalmente a los protagonistas". Ahí está la entraña de Las olas.

En la sección documental, Las constituyentes reflexiona, más allá de esas mujeres fajadoras en la Constitución de 1978, en cómo la sociedad española aún se mueve en términos masculinos. Conciliación y política aún parecen palabras opuestas, más aún cuando hablamos de estructuras brutalmente machistas, como pueden ser, en bastantes ocasiones, los organigramas de los partidos políticos. Acosta acierta cuando ve más allá de esas pioneras y trae sus reflexiones al mundo actual. Begoña Landaburu, Carlota Bustelo o Ana María Ruiz-Tagle son ejemplos de firmeza, y también de coherencia en una lucha que aún no ha acabado.

Películas extranjeras

Fuera del mundo español, en la sección oficial también se pudo ver Tres veces 20 años, de Julie Gavras, la hija de Constantin Costa-Gavras, que sabe usar un tono cómico para desentrañar el misterio de cumplir sesenta años. El matrimonio que conforman un hierático William Hurt -un arquitecto genial cuyos mejores trabajos ya tienen décadas y quiere resucitar su talento, rejuveneciendo sus laureles- y una extravagante Isabella Rossellini -una mujer que ha cuidado de sus hijos y que ahora decide asumir sus sesenta años con actividades a priori para ancianos- funcionan cuando chocan, cuando desde sus chispas humorísticas el espectador saca conclusiones serias. "Me gusta la comedia, sirve para contar muchas cosas. En casa mi padre parece el encargado de los dramas, mi hermano Romain de las extravagancias y yo ocupo el nicho de la comedia", dice su directora, que supo en todo momento que su baza era Rossellini: "Porque en el mundo inglés y seco en el que se desarrolla la trama, las notas caústicas de su personaje empujan la trama".