Jeffrey Lewis, canciones en fase REM
El estadounidense publica disco, 'A turn in the dream-songs', un viaje por lo cotidiano del inconsciente que presentará en una minigira española en octubre
Las neuronas motrices se bloquean y la actividad cerebral se dispara. Al despertar, los sueños son tan vívidos que el recuerdo se puede anotar en una libreta como si fuera un cuento. Solo falta añadir acordes para hacer de la fase REM una fábrica de discos. El último proletario que ha manufacturado un álbum siguiendo esta cadena de montaje es Jeffrey Lewis (Nueva York, 1975) con A turn in the dream-songs, que se publicará el 10 de octubre.
"Puede que algunas letras hayan salido de algún lugar de mi inconsciente. A veces, en el duermevela, imagino cosas que jamás se me hubieran ocurrido despierto", cuenta Lewis en conversación telefónica. "Aunque creo que mi cerebro, en constante funcionamiento, puede generar esas ideas en alguna zona similar a la cara oculta de la Luna". Este músico y dibujante de cómics ha retomado el sonido lo-fi en este disco y para ello se ha trasladado desde Nueva York a lo alto de una colina en Manchester (Reino Unido). "El disco se grabó en analógico con todos los músicos tocando a la vez en una misma sala", cuenta Lewis, para muchos -sobre todo los críticos musicales- nombre clave del movimiento antifolk.
"Puede que algunas letras hayan salido de algún lugar de mi inconsciente", dice el autor
Su trabajo pone música a lo cotidiano con un sonido poco pulido, casi experimental
Este subgénero musical surgió en los sesenta y aún sigue en fase de definición. "La prensa lo usa para calificar algo que no tiene nombre. Nunca he sentido que fuera antifolk. Tampoco he luchado contra ello porque no podría decir que mi música es folk, ni punk, ni rock and roll, ni siquiera indie rock", explica. "Yo quería ser como Sonic Youth y he terminado siendo antifolk". El caso es que su trabajo pone música a lo cotidiano con un sonido poco pulido, casi experimental, de mandolinas, chelos, saxófonos, guitarras y teclados. "Al principio planteé el disco con mi voz y guitarra, la mandolina y la percusión, pero luego se fueron uniendo cada vez más músicos. No era fácil acceder hasta el estudio, así que la gente acababa quedándose varios días y colaborando en más de una canción, aportando nuevas ideas que no estaban planeadas".
Otra pista, Lewis es amigo de Herman Dune, The Vaselines -cuyo bajo colabora en el disco- y va de gira con Jarvis Cocker. Además, es uno de los que le puso banda sonora a Juno, la ópera prima de Diablo Cody como guionista. Optimista convencido, sus canciones tienen el truco para encontrarle la parte buena a cualquier situación. "Buscar lo positivo casi se convierte en una tarea esencial para un creador, teniendo en cuenta la situación del mundo. Tenemos ese poder de creatividad y no usarlo para conseguir que la gente pase un buen rato, sería un error".
Películas de bajo presupuesto
Para asegurarse la sonrisa, Lewis incorpora en sus conciertos lo que denomina low budget films (películas de bajo presupuesto), pequeñas historias en forma de cómic que proyecta mientras las recita. "He dibujado algunas nuevas para la gira, pero prefiero que sean sorpresa", dice el intérprete. Solo adelanta que continuará con su serie histórica de la que ya hay grandes éxitos como su versión de la crisis de los misiles en Cuba y el ascenso de Obama al poder. Licenciado en Literatura, su tesis doctoral está basada en el cómic Watchmen, inspiración en su carrera paralela como dibujante. "En el mundo del cómic se ha producido un avance similar al del punk, cuando bandas nuevas comenzaron a usar el sonido de finales de los setenta y principios de los ochenta. En el caso del cómic, ya no es cosa de unos pocos y los creadores se atreven a hacer cosas nuevas".
Jeffrey Lewis & The Junkyard, la banda que le acompaña en las giras, estarán por España del 13 al 22 de octubre visitando Granada, Sevilla, Madrid, Gijón, Oporto, Aveiro, Zamora, Zaragoza y Barcelona. Una minigira para descubrir con qué sueña este neoyorquino antifolk y dibujante de cómics.
Babelia
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