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El exlíder de Village People, primero en aprovechar una fisura en la ley de 'copyright'

Un resquicio en la norma estadounidense permite a los artistas pedir la devolución de sus obras 35 años después de la publicación.- Victor Willis es el primero en intentarlo

Es todavía una de las canciones más conocidas y bailadas en las discotecas de todo el mundo. Pero Victor Willis, líder original de Village People, escribió Y. M. C. A. en 1978. De modo que en 2013 se cumplirán 35 años desde la composición de la canción, justo el plazo que tiene que pasar para que, debido a un resquicio de la ley del copyright estadounidense, los artistas puedan pedir que las discográficas les devuelvan la propiedad sobre sus grabaciones. Y eso es precisamente lo que Willis piensa hacer con Y. M. C. A. y otras 32 canciones de Village People, según recoge la web de The New York Times.

Willis será el primer artista en intentar aprovechar la ambigüedad sobre los llamados derechos de terminación creada por la citada cláusula de la ley del copyright aprobada el 1 de enero de 1978. La petición del autor para que se le retorne la propiedad sobre su canción se tiene que presentar dos años antes de la fecha de finalización del control de las discográficas (2011 en el caso de Y. M. C. A.) o en los cinco años siguientes.

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¿Quién será el propietario de los discos clásicos?

La lista encabezada por Willis podría alargarse pronto con otras piedras angulares de la historia de la música. Darkness on the edge of town (Bruce Springsteen), Excitable boy (Warren Zevon), C'est Chic (Chic), Stardust (Willie Nelson), los primeros discos de Van Halen, Prince y Devo y las bandas sonoras de Grease y El último vals son algunas de las perlas que el año 1978 reunió en su collar.

El exlíder de Village People (y seguramente los que sigan su ejemplo también) se ha encontrado sin embargo con la resistencia de las dos discográficas a las que pertenecen los derechos sobre las 33 canciones. Scorpio Music y Can't Stop Production han pedido a un tribunal de Los Ángeles que rechace la demanda de Willis ya que el cantante solo era "un escritor a sueldo", alquilado por las dos discográficas, y por tanto defienden que no tiene ningún derecho sobre las composiciones.

Los abogados de Willis han asegurado a The New York Times que esperan que el caso siente jurisprudencia y sirva de ejemplo para todas las disputas parecidas que surjan a partir de ahora. Para los legales de las dos compañías sin embargo el caso Willis no tiene nada que ver con los (posibles) de Springsteen, Zevon, etc. "The Village People fue un grupo creado por mis clientes, que juntaron los componentes y sus disfraces. Alquilamos ese tipo, era un empleado: le dimos el material y un estudio para grabar. Controlábamos qué se grababa, dónde, durante cuántas horas y qué hacían allí", ha declarado al periódico estadounidense Stewart L. Levy, abogado defensor de Scorpio Music y Can't Stop Production.

La cuestión, más allá de los principios, tiene sobre todo relevancia económica: muchos discos clásicos se siguen vendiendo muy bien, sin tener en cuenta los porcentaje por todas las veces que alguna canción se emite, ya sea en la radio, en la televisión o en la banda sonora de una película.

Han hecho bailar a media humanidad con unas ventas superiores a los 100 millones de discos, pero aún no tenían el galardón más preciado de cualquier 'celebrity'. El grupo estadounidense Village People, que celebra este año su 30 aniversario, ha recibido la estrella número 2.369 del Paseo de la Fama de Hollywood. Abajo, de izquierda a derecha, David Hodo, Felipe Rose y Jeff Olson. Arriba, también de izquierda a derecha, Ray Simpson, Alexander Briley y Eric Anlazone.
Han hecho bailar a media humanidad con unas ventas superiores a los 100 millones de discos, pero aún no tenían el galardón más preciado de cualquier 'celebrity'. El grupo estadounidense Village People, que celebra este año su 30 aniversario, ha recibido la estrella número 2.369 del Paseo de la Fama de Hollywood. Abajo, de izquierda a derecha, David Hodo, Felipe Rose y Jeff Olson. Arriba, también de izquierda a derecha, Ray Simpson, Alexander Briley y Eric Anlazone.EFE

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