Rober pervive en el alma de Porretas

"En Hortaleza, porros y cerveza". Ese era el mantra que propagó el grupo de rock madrileño Porretas, dándole -de paso- publicidad a este barrio del norte de Madrid que para ellos está en "el quinto coño". Estos días, además, Hortaleza está de luto: Roberto Mira Pérez, Rober, cantante, guitarrista y líder de la banda, falleció el 22 de julio después de tres años de lucha contra un cáncer de colon.

"Aparte de que era mi primo, llevo toda la vida con él. He pasado mi infancia a su lado. Era más que un hermano" describe Pajarillo, miembro primigenio de la banda y que desde hace dos años realiza las tareas de cantante.

"En realidad, Rober llevaba ya dos años y medio sin estar con nosotros. Teníamos la esperanza de que algún día estuviéramos los cinco", matiza Pajarillo. Justo al día siguiente de que Rober muriera, la banda tocó en un festival de Valencia de Don Juan (provincia de León), un concierto "muy emotivo. Una sensación muy buena y rara: ahora yo canto las canciones que cantaba Rober, y me recuerdan mucho a él".

Cuando Rober empezó a sufrir los síntomas de la enfermedad el grupo incorporó a Manolo Benítez, guitarrista de amplia trayectoria que pasó gran parte de su carrera en Los Enemigos. Ahora, el músico es el cuarto pilar y no pretende irse "hasta que le echen". Para él, el concierto de León fue un "homenaje total".

El mayor cambio, aparte de los gritos de "Rober, Rober" por parte del público fue el que introdujeron en la letra de Y aún arde Madrid. En esta canción, originalmente dedicada al exlíder de Burning, Pepe Risi, alteraron la localización y el protagonista: "Hortaleza" en lugar de "La Elipa" y "Rober" en vez de "Risi".

Aunque pensaron en anular ese simbólico concierto, decidieron seguir adelante: "si lo hubiésemos suspendido, el Rober se levanta y nos pega con la botella de cerveza en la cabeza". Pajarillo lo tenía claro. "Rober siempre ha tenido mucho cachondeo y rocanrol".

'Rocanrol' de andar por casa

Precisamente en 2011 Porretas cumple 20 años. La banda comenzó a mediados de los ochenta, pero hasta 1991 no publicó su primer álbum, Que se vayan a hacer puñetas. Para celebrar el aniversario reunió a amigos y colegas de profesión como Evaristo, de La Polla Records, Rosendo o El Drogas, de Barricada. El disco recopila 20 de los temas más representativos de su carrera y se titula 20 años y serenos. Durante su grabación, Rober se pasó por el estudio. Según Manolo Benítez, "tenía mucha ilusión, pero le salían revisiones y no podía pasarse".

La banda de la etiqueta de Mahou como icono, no obstante, seguirá en activo. De momento, el barrio de Hortaleza no se quedará huérfano. El rock sin maquillaje, directo, "por la cara" -como lo califican ellos- que hable de la calle, el fútbol, la cerveza o la marihuana, seguirá animando al barrio de los que ya están considerados como los Ramones castizos.