"En las cadenas generalistas el contenido es la publicidad y el relleno los programas"

"En un plató, cuando un entrevistado se empieza a calentar se acaba la entrevista", razona el escritor Juan José Millás, que aborda desde el próximo sábado un nuevo programa de televisión en Canal +. Y por eso, para mantener caliente al entrevistado, para "romperle el discurso", ha optado por una fórmula mucho más elaborada, con recorridos por los escenarios singulares en la vida del protagonista y con múltiples cámaras, algunas de ellas ocultas. Conversaciones secretas, que arranca el día 25 de junio a las 19.15 con el cantautor Joaquín Sabina como protagonista, se asimila por ello más a la serie de reportajes que elaboró para EL PAÍS en la que se convertía en la sombra del entrevistado, fuera el presidente del Gobierno o una ama de casa.

Un programa que, asegura, solo es posible hace una televisión de pago, "que da lo que no pueden dar las generalistas: calidad y rareza". El escritor se muestra muy crítico con esas televisiones: "En las generalistas el contenido es la publicidad y el relleno los programas".

Millás (Valencia, 1946) ha presentado hoy en su tierra su nuevo programa, que tendrá una periodicidad de cuatro programas al año y del que destaca el enorme esfuerzo de realización. Un equipo de unatreintena depersonas rueda con hasta siete cámaras que el invitado a menudo no sabe dónde están. Además de Sabina, ya se han acabado los episodios dedicados al cocinero Ferran Adrià y a la actriz Carmen Maura.

Y el rodaje ha sido posible gracias a un nuevo formato de cámaras fotográficas Canon, digitales y superligeras, que ruedan vídeos en HD y que han conseguido lo que según el entrevistador soñaba el director Gonzalo Suárez: "Usar la cámara como si fuera un bolígrafo". Y quizá en el montaje es donde Millás ha disfrutado especialmente, proceso en el que encuentra muchas similitudes con la escritura: "En el montaje es donde te juegas que haya o no haya relato".

En las entrevistas de Millás se recorren distintas localizaciones, y las cámaras pueden estar escondidas en un barco, dentro de una hogaza de pan, o colgada del cuello de un viandante... Con tanta toma al aire libre, a veces se encontraron con problemas de sonido con los micrófonos, y hasta han pensado en poner subtítulos. "Sobre todo con Ferran y yo, que hablamos mal los dos", reconoce entre risas.

El primer entrevistado es Joaquín Sabina. Y si en un principio las entregas estaban pensadas para durar 50 minutos, con la del cantautor no han podido reducirla más allá de los 70 minutos: "No sabíamos dónde cortar, estaba tan sembrado... no paraba de contar cosas sabrosísimas. Era imposible dejarla en 50 minutos a menos que sacrificáramos cosas delirantes".

Como cuando en la cocina de Sabina, tras dos jornadas rodando, y sentado a la mesa con su pareja, Ximena, el cantante dice: "Cuando uno llega a tan provecta edad tiene un repertorio para ir tirando y seguir engañando a la gente". O cuando hablan de los estados de ánimo: "Yo pensaba que era inmune a la depresión, pero cuando te da, ojo".

El secreto de las entrevistas de Millás es dejar tiempo al entrevistado a que se abra: "Llega un momento en que el invitado baja la guardia y habla como con un amigo tomando el café", explica el escritor. Y para ello no dudan en sorprenderle, como pasó con Carmen Maura, cuando le abren la puerta de la casa en la que vivió su infancia y de la que no salió hasta que se casó: "Luego había menos libertades que con tus papás: fui bastante tontorrona, pero bueno".

En ese recorrido por los recuerdos es cuando afloran momentos entrañables: "Esta puerta corredera es donde hice mis primeras funciones", explica la actriz rememorando aquellos teatrillos en los que cobraba entrada a sus padres. Incluso hay confesiones íntimas, como cuando Maura le dijo al director Fernando Colomo: "Que sepas que yo durante el rodaje no me lío con los directores". Y tras acabar 'Tigres de papel', el realizador le preguntó: "¿Ahora sí?". Y entonces sí, comenzaron una relación.

Acabados los tres primeros capítulos, Millás recuerda de los entrevistados "su entrega absoluta, una generosidad increíble". Explica que los personajes famosos, "a los que se les han hecho 200.000 entrevistas, para cada pregunta tienen dos respuestas". Pero, asegura, tras dos días de conversaciones "no se inhibe nadie, no se autocensura nadie".

Aunque en Millás abundan las referencias cinematográficas -"Mi generación se pasó media vida en un cine de sesión continua"- es un gran defensor de algunos formatos televisivos, como las series, que a su juicio "están cumpliendo el papel que cumplió la novela en el siglo XIX". Y lo justifica en que gran parte del talento del cine se ha pasado a la televisión, con series "fabulosas".

El escritor, premio Planeta 2007 por su novela autobiográfica El mundo y columnista durante años de EL PAÍS, es partidario de las nuevas tecnologías y por ello es un defensor del libro electrónico y de leer periódicos en su iPad. Incluso se muestra muy interesado por el mundo del videojuego, "una mezcla de cine, música, cómic y novela", a la vez que sorprendido de que, aunque suponga más del 50% del consumo audiovisual (cine, DVD, música...), apenas tenga repercusión en los diarios. Y lo mismo piensa de la televisión: "¿Cómo es posible que de un sitio en el que pasamos tantas horas al día se ocupen tan poco los periódicos? Es incomprensible que pasemos tanto tiempo en un sitio del que no se habla".