La respuesta está en el pasado

En el encuentro de la primavera con el verano ha llegado la hora del ensayo. Lo hace después de cuatro años en los que se ha explorado el arte de la narrativa y la ficción. Ahora es el cara a cara entre la imaginación y la realidad, la historia y la verdad a cargo de Carlos García Gual, Santos Juliá y Vicente Verdú. A ese tema y a ellos está dedicada la quinta edición de las jornadas de Lecciones y maestros, organizada por la Fundación Santillana y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, desde hoy y hasta el miércoles.

"Con García Gual hemos descubierto el mundo clásico, con Santos Juliá descifrado la memoria colectiva y con Vicente Verdú comprendido mejor el mundo presente". Estas fueron las palabras con las que Ignacio Polanco, presidente de la Fundación Santillana, abrió la V Jornadas Lecciones y maestros en Santillana del Mar. "Desde la primera época de estos encuentros donde la narrativa y la ficción eran objeto de estudio, habíamos ido pasando al análisis de la crónica social, y como ocurre siempre en el mundo intelectual la realidad cambiante nos lleva necesariamente al ensayo", decía unos minutos después Salvador Ordóñez, rector de la UIMP.

Palabras biográficas de un evento y su presentación ante unos 40 ensayistas, intelectuales, escritores y profesores españoles reunidos en esta ocasión. Un "breve pero intenso espacio de fraternidad intelectual ", como define Polanco esta cita por la que han pasado desde 2007 más de 200 de los autores y pensadores más destacados de España y América Latina. Desde Carlos Fuentes, José Saramago y Juan Goytisolo que inauguraron estas jornadas, pasando por Mario Vargas Llosa, Javier Marías y Arturo Pérez Reverte (2008), Antonio Muñoz Molina, Ángeles Mastretta y Luis Mateo Díez (2009), Héctor Aguilar Camín, Rosa Montero y Manuel Vicent (2010), hasta los maestros de este año: Carlos García Gual, Santos Juliá y Vicente Verdú, un filólogo, un historiador y un periodista , pero todos escritores, ensayistas y con vocación sociológica.

Y estos últimos son los encargados de abrir las puertas al mundo clásico, a la presencia de los mitos, a la historia de la novela como reflejo de su entorno y a la inevitable necesidad de mirar al pasado como el gran espejo de la vida. De que saber mirar atrás, contemplar la Historia, puede convertirse en el ansiado oráculo de Delfos.

"He procurado en tiempos difíciles, combinar apego a la gran tradición con la apuesta por la modernidad", ha dicho García Gual, a quien se dedica la jornada de hoy. "Porque creo que la tradición -como en la música y la pintura- es reinterpretación constante, relectura y reanimación de los grandes textos al servicio del imaginario siempre renovado de la modernidad".