"Un escritor latinoamericano no puede estar separado de la política"

Roberto Ampuero (Valparaíso, 1953) se considera un "escritor nómada". Ha vivido en cinco países (que en realidad son seis , pues que vivió en las dos Alemanias de la posguerra). El escritor, que trabaja como profesor en la Universidad de Iowa, se define como "un escritor beduino, porque yo escribo desde un desplazamiento. No vivo en Chile desde hace 37 años pero tengo una relación privilegiada con mi país. Me leen como un escritor que conoce Chile, que se formó por la dictadura, que lo cuento desde dentro pero también con la perspectiva de los distintos escenarios en los que he vivido". Horas antes de la entrevista, en la Casa de América de Madrid, nos enteramos (gracias a Twitter, @robertoampuero ) que se ha despertado a las seis de la mañana y que en la gira europea para presentar su novela más reciente, La otra mujer (La otra orilla), y la reedición de una de sus obras más exitosas, Nuestros años verde olivo, ha visitado Berlín, Barcelona y ahora la capital española. Refrenda su cariño por la tinta y el papel ?"Nos convertiremos en grandes colecciones de libros caros. ¡Como en el medioevo!"?, pero afirma que el debate entre el libro impreso y el electrónico es uno que "ya está definido. Los jóvenes ni se lo plantean". La necesidad por explorar la historia de Chile le ha llevado a contarla desde distintas perspectivas: la de una mujer casada con un colaborador de la dictadura (La otra mujer) y la de un joven comunista desencantado con la Revolución cubana (Nuestros años verde olivo). Su interés es compartido por muchos. Sus novelas se han traducido a 10 idiomas y en Chile llevan más de 40 ediciones. "Un escritor latinoamericano no puede vivir separado de la política", explica.

Hijo de una familia conservadora, Ampuero se unió a las Juventudes Comunistas de Chile a los 17 años, "una decisión típica de un joven", recuerda. El golpe de Estado de 1973 le hizo, como a muchos, huir de su país y el destino que eligió, "con la coherencia tremenda que solamente se tiene en la juventud", fue la Europa comunista. Ahí conoció a Margarita Flores, hija de un alto cargo del Gobierno castrista, se casó con ella y se fue a Cuba. El matrimonio solamente duró dos años y el desencanto con la Revolución Cubana no fue muy atrás. A los 23 años rompió con JJ CC. "Advertí que yo no quería eso para mi país". De ahí nació Nuestros años verde olivo, una novela de corte autobiográfico que cuenta aquella desilusión. Desde su publicación, en 1999, el libro se mantuvo 24 semanas en las listas de más vendidos en Chile. Ahora presenta en España una edición revisada con un prólogo escrito por el Premio Nobel Mario Vargas Llosa. "Fui hijo de la generación de la guerra fría. Había solamente dos campos y pertenecías a uno o al otro. En América Latina las diferencias eran aún más dramáticas. Habría una alternativa socialista y otra dictatorial, pinochetista. Me llevó tiempo descubrir que se podía construir un camino del centro", recuerda. "Desde entonces lo que he hecho no es militar en ningún partido político para ser absolutamente independiente". En las últimas elecciones presidenciales en Chile, no obstante, Ampuero apoyó abiertamente la candidatura del derechista Sebastián Piñera, que puso fin a 20 años del Gobierno de centroizquierda de La Concertación. "Yo apoyé, pero no tengo ningún vínculo directo con el Gobierno del presidente Piñera. Soy un intelectual independiente del poder pero con opiniones políticas, por supuesto", matiza.

Nuestros años verde olivo, recuerda el escritor, fue "una novela muy celebrada en su momento". Ampuero cuenta que Ricardo Núñez, entonces líder del socialismo chileno, reconoció que el libro "planteaba algo que no se atrevían a decir". El escritor asegura que la izquierda chilena "ha conseguido un alto grado de sabiduría, ha trabajado para conseguir la democratización del país y ha mantenido una actitud muy pragmática de la economía, lo que explica la transición chilena, una transición exitosa dirigida por la Concertación".

Hablar de transición, sin embargo, implica hablar de reconciliación nacional. La novela más reciente de Ampuero, La otra mujer, aborda este tema con un detonante muy alejado de la política. Un escritor halla un manuscrito que relata la vida de una mujer, viuda, que comienza a sospechar que su recién difunto marido mantenía una amante y una doble vida. Su sospecha, que pronto se convierte en obsesión, desata una serie de trágicos hallazgos y acontecimientos que no eluden la pregunta: ¿Hasta qué punto conviene averiguar la verdad? "En las dictaduras, los héroes que luchan en contra de ellas son una minoría. A posteriori, la gente apoya a estas minorías pero el hecho es que cuando estaban en el poder, muchos callaron por miedo, por comodidad y por represión y no se cuenta su historia, porque es una historia que habla mal de las personas que no hicieron nada. A mí me interesaba explorar a esos personajes, quienes debido a sus condiciones personales no estaban muy convencidos de que la dictadura fuera tan mala, porque le trajo ventajas", comenta.

La historia de Isabel, la novela al interior de la novela, explora el camino de una mujer que "pasa de las tinieblas" para conocer la verdad en su país. "Me gusta mucho que [en La otra mujer] su historia es un manuscrito que aparece, desaparece y está diseminado, como la memoria de Chile". ¿El esfuerzo por recordar reabre heridas? "Cuando yo escribí el libro temí que fuera asumido como una historia demasiado política pero el interés que ha despertado demuestra que el tema de la memoria está presente. Lo que rechazan los chilenos es el intento por hablar de la memoria desde una perspectiva política. La novela muestra que un relato a nivel personal, que parte de una sensación tan personal como un desengaño, puede tener también un relato paralelo a nivel nacional".