Viaje a ninguna parte

Pasó por el Palau el tenor Christoph Genz para interpretar acompañado al piano por Cornelia Herrmann, debutante en la ciudad, las veinticuatro canciones que integran Winterreise (Viaje de invierno), la cima del lied romántico alemán, un descenso a los infiernos, un doloroso viaje a la desesperación, la locura y la muerte puesto en sobrecogedora y terrible música por Franz Schubert.

Genz no posee una voz importante ni especialmente bella, es más bien pequeña, blanca, con poco cuerpo y proyección escasa y pertenece a aquella categoría que nuestras abuelas calificaban certeramente como "tenor de misa" por oposición al bravo, aguerrido y sanguíneo "tenor de ópera".

El principal problema de Genz, sin embargo, no estuvo únicamente en la voz, que no acompañaba mucho, sino en la interpretación, que resultó desconcentrada, en la actitud distanciada, en la expresividad plana. Winterreise necesita ser transmitido con pathos, con intensidad, con fuerza y no se puede pasar por canciones como Gefrorne Tränen (Lágrimas gélidas) o por versos como "Eine Strasse muss ich gehen, die noch keiner ging zurück" ("He de seguir un camino, del que nunca ha regresado nadie") como si la cosa no fuera contigo.

En la compleja y densa parte de piano de Winterreise, Cornelia Herrmann se apañó un poco mejor, pero también su interpretación, absolutamente pulcra por otra parte, adoleció de un exceso de rigidez, de falta de implicación emotiva y de escasez de matices en las repeticiones estróficas.

Barcelona ha albergado muy buenas interpretaciones Winterreise en la última década, ésta no fue mala, pero quedó corta, plana, insuficiente. Tenía que ser un "viaje de invierno" pero acabó siendo un viaje a ninguna parte.

Christoph Genz, tenor. Cornelia Herrmann, piano. Ciclo de canciones Winterreise de Franz Schubert. Temporada de conciertos Euroconcert. Palau de la Música. Barcelona, 18 de enero.