Sexo, drogas y 'rock & roll' en la Colombia setentera
La novela póstuma de Andrés Caicedo, '¡Que viva la música!', cuenta el drama social de una joven de clase alta que llega a convertirse en prostituta tras abandonarse a una vida de desenfreno
Nadie debería vivir más de 25 años. Esto es lo que pensaba el escritor colombiano Andrés Caicedo, y así lo cumplió. El cuatro de marzo de 1977, después de recibir de la editorial el manuscrito previo a la publicación de su novela ¡Que viva la música! (Norma), se suicidó tras ingerir una elevada cantidad de barbitúricos. Tenía 25 años. La mayoría de sus obras, que a menudo reflejan los problemas sociales, fueron publicadas póstumamente. El interés y empeño de sus amigos, que recopilaron sus guiones de cine, críticas y cuentos para publicarlos, le han dado a conocer más allá de las fronteras de su país.
"Es un Rimbaud colombiano", dice de Caicedo la escritora Nuria Amat (Barcelona, 1950). Muchas veces se le ha comparado con el poeta y escritor francés del siglo XIX, ya que ambos comparten su obsesión por la juventud, la muerte y el abandono.
¡Que viva la música! es la historia de María del Carmen Huerta, una adolescente de clase alta de la ciudad de Cali (Colombia), hija de un fotógrafo, que cansada de una vida insustancial se abandona a la fiesta, el sexo y las drogas.
En un primer momento la joven se reúne con un grupo de amigos de ideología marxista. Juntos leen El Capital, fuman marihuana y escuchan a los Rolling Stones. Pero a María del Carmen eso no le parece suficiente, por lo que se introduce en los bajos fondos y descubre su habilidad con la salsa. Después de viajar por todo el país y conocer a numerosos personajes, algunos atracadores y asesinos, comienza a ejercer la prostitución.
El eje de la vida de la protagonista es el baile. El rock y la salsa le hacen sentir poderosa. Caicedo utiliza este simbolismo para comparar el baile con la vida, donde también hay que saber dar bien los pasos. El lenguaje de la novela es muy local, ya que Caicedo utiliza vocablos muchas veces incomprensibles para los lectores no colombianos, así como palabras propias de la jerga de la droga. A pesar de todo, esto no dificulta la lectura ni la comprensión de la historia. Al contrario, le da más credibilidad y realismo.
"Se trata de un libro único, atrevido, verdadero", asegura Nuria Amat, quien destaca de Caicedo "la voluntad impía contra el orden literario". Si además no conoce Cali, esta novela detalla con toda claridad las calles, plazas y parques de esta ciudad, también conocida como la capital de la salsa.
¡Que viva la música!, Andrés Caicedo (Norma)
Nuria Amat: "David Vilaseca es el catedrático más 'outsider' de nuestro tiempo"
Nuria Amat (Barcelona, 1950) es documentalista y bibliotecaria de profesión, aunque lleva años dedicándose a la escritura. Ha cultivado varios géneros, como el ensayo, la poesía o el teatro. Estas son sus lecturas para las vacaciones:
David Vilaseca. L´aprenentatge de la soledat (Tres i Quatre)
"El catedrático más outsider de nuestro tiempo. Murió hace unos meses en Londres, a los 46 años, atropellado por un camión cuando iba en bicicleta. Su novela, biografía del desarraigo, está considerada como el mejor texto catalán de literatura gay. Yo diría más: un libro a la altura de las memorias de Joe Orton. Cómo mínimo. Su prestigio en la Universidad británica contrasta (y da qué pensar) con el menosprecio que obtuvo en la nuestra".
J.M. Coetzee. Verano. (Mondadori)
"La autobiografía falsa más verdadera y genial de la literatura".
Herta Müller. Todo lo que tengo lo llevo conmigo (Siruela)
"La frase como obra de arte. La vida como una forma de muerte. El patriotismo como enfermedad de minorías".
Carlos Fuentes. Adán en Edén. (Alfaguara)
"Novela espejo de la violencia en América Latina. Satírica. Excelente humor e inventiva. Inteligente combinación de géneros literarios".
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