_
_
_
_

A hombros tres años después

En el quinto festejo de los sanfermines hubo emoción porque Joselillo estuvo atento a los dictados de su corazón.- El torero salió a hombros en su tercer año en Pamplona

Joselillo inmensionó la tarde. Fue en el sexto bis, que salió por devolución del sexto correspondiente. Su picador tuvo la mala suerte de descordar al toro en su tercera entrada al caballo.

Salió ese sexto bis, y el bravo torero de Valladolid quiso ganarse el triunfo con tesón. Empezó a armar el alboroto del público con dos largas cambiadas y una chicuelina de recibo. Y ese público se puso "caliente", aunque pitó a los picadores nada mas verlos salir al ruedo. El toro tomó dos varas...

Comenzó Joselillo la faena con una serie de derechazos con las dos rodillas en tierra en el centro del anillo. Series largas y vibrantes. El toro se movía. El público empezó a vibrar porque el torero vibraba dentro de sí. Percibíamos que sentía sus muletazos, primero derechazos y luego naturales. Calaban en la plaza pamplonesa. Aquellos pases eran como palomas vibrantes a punto de ser vuelo. Siguieron unos molinetes cimbreantes y dos pases por alto emotivos, más afarolados, pases de desprecio, rodillazos y un desplante, tirando la muleta y ofreciéndole la pechera rizada. Una estocada algo delantera que tiró al toro por los suelos.

Durante dos años consecutivos (2008-2009) tuvo la ocasión de salir a hombros sin poder conseguirlo por no acertar con la espada. Este pasado sábado el tiempo (el dios tiempo) supo hacer justicia con un bravo torero. Ya tiene Pamplona su torero, como en su día lo tuviera en Pepín Liria. Por eso ayer los jóvenes de las peñas iniciaron un cántico unánime en su honor: "¡Joseillo, -illo-illo-illo!".

Se lo merece por torero bravo, gallardo y emotivo. Añádase que, si bien al comienzo de la faena el toro se movía, acto seguido, como manso que era, sólo quería escapar. Pero no sabía que tenía enfrente a un joven con ansia de triunfo.

Para Joselillo son las mejores palabras del idioma de los toros. El toreo o es emoción o no es nada. Ayer hubo emoción porque Joselillo estuvo atento a los dictados de su corazón. Ya lo dijo con clarividente certeza Walter Benjamin: "La atención es la oración natural del alma".

Los toros de Dolores Aguirre no tuvieron la calidad de otros años. Si en Madrid le ha pintado bien, en Pamplona este 2010 no ha sido benigno para ella. Destacó el segundo en el que David Mora consiguió ganarse una oreja. Es verdad que estuvo artista, voluntarioso, donde en algunas series surgían algún muletazo muy templado, sin embargo le faltó cruzarse. Si se hubiera cruzado tal vez la emoción hubiera surgido como por encanto. Nadie le discute esa oreja, mas queda la duda sobre esa falta de haberse cruzado como debiera. Cierto que el cruzarse siempre comporta un riesgo añadido.

El debutante Iván Fandiño pechó con el peor lote. El toro primero no valía nada, pero nada, nada. Y el cuarto carecía de calidad alguna como para haber tenido una mínima parte de suerte. Lástima, porque se le vio con ganas de agradar al público.

Joselillo da la vuelta de honor al ruedo con las dos orejas del sexto de la tarde.
Joselillo da la vuelta de honor al ruedo con las dos orejas del sexto de la tarde.LUIS AZANZA
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_