Nacho Goberna comparte su 'bosque de té verde'
El compositor de La Dama se Esconde vuelve tras ocho años de silencio
Nacho Goberna se tiene por un hombre tímido. "Por mi forma de ser, me cuesta mucho esfuerzo el tema de los conciertos. Pero también tiene su parte buena. Ver todos esos bosques de té verde en frente de ti... es como el vértigo, una experiencia alucinante". Goberna ha dejado pasar ocho años desde su último disco trabajo para regresar ahora con Un bosque de té verde. Un término que él define como "la parte interior que nos hace ser como somos, e interactuar con el mundo. Yo he estado en ese bosque de té verde, he mirado dentro de mí e intento expresar sentimientos y sensaciones".
"A mí no me interesa contar lo que ocurra afuera: lo de dentro es lo único que podemos compartir. Este es un disco para valientes, hay que serlo para tener una mirada interior", dice, con convencimiento. "No soy diferente de ese señor de la portada. No me considero un artista, soy Nacho Goberna aquí, en el escenario y este disco". También en el libro, que acaba de publicar en que recoge pequeños textos "palabritas" que se quedaron fuera. También incluye las letras de los grupos de los que ha formado parte: Agrimensor K y el dúo con el que Goberna alcanzó reconocimiento, La Dama se esconde.
"Eran los años 80. Recuerdo un locutor de radio que nos preguntó, casi enfadado, que qué era aquello. No sabía cómo interesar aquellas letras". En cuanto aquel pop que facturaban empezó a funcionar, el proyecto murió. "Está definitivamente acabado. Un regreso podría ser interesante comercialmente, pero no me atrae la idea". Este bosque de té verde puede recordar a los caminos por los que transitaba su música: letras de interpretación abierta, introspectivas, que se mueven entre delicados teclados programados. Aunque el Goberna de ahora vuela más libre y maduro, describiendo un mundo que no está pensado para entenderse de forma inequívoca. Muy al contrario, cada oyente debe hacerlo suyo".
Goberna ha escrito los temas siempre en solitario. "No se puede compartir el proceso de de composición si se supone que se habla de emociones. Yo no sé hacerlo de otra forma". Trabaja en su pequeño estudio, el Refugio. "Un sitio que ha estado en varios lugares, donde tengo mi ordenador, la guitarra y compongo", precisa. "Con un ordenador puedes manejar todas la s fuentes de sonido, cuerdas, piano, lo que sea. Así dedicas mas tiempo a decidir qué quieres contar y cómo. El filtro no está en acceder a un gran estudio, sino en lo que tienes que decir. Creo que si en algún momento ha habido posibilidad de expresar artísticamente algo musical es ahora", explica, con un entusiasmo evidente. "Yo tengo un sello para primeros discos de grupos que me parecen interesantes. Les suelo decir: yo lo que haría sería gestionarlo. Hay que arriesgarse. En el momento en el que dependes de alguien está como atado". Cuando se trata de música, Nacho Goberna puede dejar a un lado la timidez.
Babelia
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