"Canto como si fuese un violín"
El músico francés posee voz de 'castrati'
Si alguien quisiera pintar un ángel cogería como modelo a Philippe Jarroussky (Maisons-Laffittr, 1978). Su mirada es dulce, sus manos se mueven con elegancia y su delicada voz te traslada a los cielos. Se considera un hombre afortunado y la fortuna acompaña a su tenacidad. Se ha transformado en Nerón para debutar en el Teatro Real en la ópera L? incoronazione di Poppea, dirigida por el maestro William Christie, creador del conjunto barroco Les Arts Florisants.
La ópera cierra un ciclo sobre Monteverdi en el Teatro Real después de L'Orfeo e Il ritorno d'Ulisse in patria, realizadas en las dos temporadas precedentes y que fueron dirigidas por Christie y por Pier Luigi Pizzi en escena.
Las ventas del disco Stabat Mater le están catapultando a ser una estrella del barroco. Sonríe cuando se hace referencia a esa faceta de su vida. "No estaría mal poder igualarse con la música barroca a una estrella del rock. Lo que es evidente que hay un interés cada vez mayor por este tipo de música. Yo voy descubriendo repertorios nuevos que al público le resultan interesantes y especiales. Un compositor como Monteverdi te da la posibilidades de mostrar los distintos colores de mi voz, que sin ser una voz enorme me permite improvisar y jugar con el ritmo", puntualiza el cantante.
Jaroussky inició su carrera musical con el violín y el piano y a los 18 años se dio cuenta de que su vida no podía discurrir por ese camino y decidió investigar sus posibilidades vocales. "Cuando empecé a estudiar me dijeron que no tenía muchas probabilidades de triunfar, pero bueno aquí estoy, parece que se equivocaron. Hasta entonces nunca había cantando, ni tan siquiera en el coro del colegio así que para todos fue una gran sorpresa que yo tomase esa opción".
Se muestra feliz con lo que hace aunque ello suponga un desgaste importante en su vida "trato de provocar en el público la misma excitación que yo siento cuando estoy cantando. Lo mismo me ocurre cuando escucho a Cecilia Bartoli en su último disco sobre los castrati es casi como un colocón lo que produce a oírla".
En su iphone escucha desde música clásica hasta pop pasando por el jazz. "No puedo vivir sin la música, los sonidos están constantemente en mi cabeza y de ahí van directos a mi voz".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.