La casa museo de Ana Frank celebra su 50 aniversario con un escondite virtual
Una recreación en Internet permite conocer el refugio donde la niña se ocultó durante la invasión nazi de Ámsterdam
La casa museo de Ana Frank, la niña judía autora del Diario símbolo del Holocausto, ha cumplido 50 años. Para celebrar su memoria, el centro ha abierto un "ala virtual" en línea que permite recorrer el escondite de Ámsterdam donde se ocultó con su familia entre 1942 y 1944. Concebido como un paseo por los espacios ocupados por los Frank (los padres y su hermana, Margot), además de otros cuatro amigos, muestra las habitaciones tal y como se encontraban cuando se ocultaron de los nazis.
La reconstrucción ha sido posible gracias a las maquetas diseñadas en 1950 por Otto Frank, el progenitor, y único superviviente de los campos de concentración. En la versión digital, aparecen los muebles, provisiones, ropa y objetos personales de los refugiados. Explicada en varias lenguas (español entre ellas), permite navegar también por el resto del sitio dedicado al museo.
En el edificio real, situado en el corazón de los canales de la capital holandesa, las estancias están vacías. Sólo el cuarto que ocupaba Ana conserva las fotos que pegó en la pared. "Así lo quiso Otto Frank en su día. Era para transmitir la sensación de vacío que sintió al regresar al lugar donde intentaron sobrevivir durante la II Guerra Mundial", según asegura la dirección del centro.
Inauguración de la Sala de los Libros
El cincuentenario también ha servido para abrir la denominada Sala de los Diarios. En varias vitrinas, muestra todos los libros y apuntes de Ana. Como esperaba publicar sus vivencias después de la guerra, reescribió sus notas con buena letra y una redacción más cuidada. Los volúmenes han permanecido durante 30 años en el Instituto holandés para la Documentación de la Guerra, que acaba de devolverlos. La reina Beatriz ha sido la primera en verlos y ha inaugurado a su vez el resto de las actividades del 50 aniversario.
Otro texto destaca en este esfuerzo por acercar al público la figura y entorno histórico de la niña. Es una especie de biografía de la propia casa, que era en realidad un anexo adosado a la parte trasera de la oficina de Otto Frank. Desde la calle no podía verse. Desde los jardines tampoco, porque no sobresalía del resto de los edificios de la calle. A pesar de ello, fueron descubiertos por culpa de una delación aún por explicar.
Ana Frank nació en Frankfurt (Alemania) en 1929. En 1934 se trasladó con su familia a Ámsterdam, que consideraron a partir de entonces su hogar. En 1940, los nazis invadieron Holanda, y en 1942 la familia decidió esconderse en el trastero de la oficina paterna. En agosto de 1944, fueron descubiertos y enviados a los campos de concentración. La madre, Edith, murió en Auschwitz en 1945. Margot, la hermana, y la propia Ana, perecieron el mismo año en Bergen-Belsen. El padre fue liberado de Auschwitz, también en 1945, por las tropas rusas.
El Diario de Ana Frank ha sido traducido a más de 65 lenguas y lleva vendidos más de 35 millones ejemplares. A la casa-museo de Ámsterdam acude un millón de personas al año, sobre todo turistas de Estados Unidos. Su vida es allí muy popular gracias al éxito registrado por las obras de teatro y películas estrenadas desde 1960.
Babelia
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