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El puente entre Lorca, Dalí y Buñuel

El documental 'Pepín Bello. Preferiría no hacerlo' retrata al personaje que hizo de aglutinante entre los tres genios de la generación del 27

¿Lorca? "Un genio. Alegre, extrovertido, sincero. Tenía muchas virtudes. Todo el mundo le decía que era estupendo. Yo, no tanto. Por eso, como tenía su vanidad, me decía: "Tú no me admiras lo suficiente". ¿Dalí? "Era asexuado. No sabía leer el reloj ni que un duro eran cinco pesetas. Pero de arte lo sabía todo". ¿Buñuel? "Nos entendimos muy bien, pero no conseguimos que fuera jamás al Museo del Prado. Lorca y Dalí eran geniales para ver arte". Así retrata José Bello (1904-2008) a sus tres grandes amigos en el documental dirigido por Javier Rioyo Pepín Bello. Preferiría no hacerlo, producido por la Sociedad estatal de Conmemoriacioens Culturales y que esta tarde se estrena en la Residencia de Estudiantes de Madrid.

José Bello fue siempre Pepín a pesar de que en los últimos años -murió con 103- solía pedir que no lo llamaran así porque, decía, ya no tenía edad para diminutivos. Misión imposible. Con ese nombre aparece en los poemas que le dedicó su amigo Lorca y con ése ha pasado a la historia el gran "bartleby" de la generación del 27, el artista sin obra que siempre respondió como el escribiente del cuento de Melville: "Preferiría no hacerlo". Con todo, su participación en el guión de Un perro andaluz está más que probada aunque Buñuel y Dalí no incluyeran su nombre en los créditos. "Me sorprendió pero no me importó", dice Bello en la secuencia en la que recuerda cómo se gestó el filme surrealista.

A través de material de archivo, entrevistas con el propio Bello y con gente que lo trató, Rioyo recorre la vida de alguien que no tuvo más que tres trabajos en su vida. Y ninguno de madrugar. Ni de sudar, aunque, como decía él mismo, el primero lo consiguió en Sevilla. Fue durante los preparativos de la Exposición Universal de 1929. A Bello se debe, de hecho, la famosa fotografía de la generación del 27 durante el homenaje a Góngora en el ateneo hispalense. Y si no la hizo él con su cámara, como dicen algunos, sí fue él quien convocó allí a sus amigos poetas.

"Pepín Bello sabía que había existido en función de los otros", dice el director del documental, que retrata al protagonista de su película como "un dandy sin dinero pero sin alardes; nunca fue un señorito". El filme se cierra con la voz de Chico Sánchez Ferlosio cantando Hoy no me levanto yo. Pepín Bello nunca salió de la cama antes de las dos de la tarde.

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