Muchos han sido los autores españoles que han tenido que exiliarse por unas u otras razones. Jordi Gracia repasa algunos de estos casos en el ensayo 'A la intemperie. Exilio y cultura en España', aunando perspectivas complementarias sobre el exilio. Jordi Gracia ha charlado con los lectores sobre su última obra.
Foto: Joan Sánchez
1Núria10/03/2010 06:06:26
¿Qué has descubierto sobre el exilio?
La inmensa fortuna de no haberlo vivido, al menos de momento, y el escaso respeto que me merecen las simplificaciones banalizadoras que a menudo se difunden, a favor y en contra, sobre ese asunto.
2David10/03/2010 06:07:42
Buenas tardes. Propongo un tema aledaño al del exilo y del que usted es un gran conocedor: la figura de Dionisio Ridruejo. ¿Qué relación tuvo con los hombres del exilio? Gracias. Un saludo.
Se llevó una sorpresa fenomenal, habiendo sido un vencedor tan rotundo y temible: descubrió que incluso los mejores del exilio, como Max Aub o como Ferrater MOra o como Carles Riba respetaron y comprendieorn su error y aplaudieron y respaldaron su evolución democrática y netamente antifranquista.
3Xnavar10/03/2010 06:10:47
Buenas tardes. Sobre el franquismo existe una serie de libros (de muy prolíficos escritores, además) que lo único que hacen es reinterpretar la historia para adecuarla a su ideología. El problema es que se presentan como libros de historia y no de opinión, y mi pregunta es: ¿Cree que estos libros tienen éxito? Y por éxito no me refiero sólo a si se venden, sino a si la gente los lee. Y, si es así, ¿por qué? ¿Tan franquistas seguimos siendo los españoles?
En absoluto: la sociedad española no es nada franquista, tanto si lo sabe como si no, incluidos los manifestantes antiabortistas: quizá algún indocumentado puede hacerse la ilusión de que ahí resurge el franquismo, pero es falso. Lo que hay en todo caso es un poso y unos márgenes de dominación hegemónica del más reaccionario catolicismo, y ahí no hay franquismo; ahí lo que hay es la perduración de una conciencia asustada ante la libertad de pensamiento e incapaz de gobernar de manera más racional y consecuente sus contradicciones: formación cívica de estirpe ilustrada.
4Gonzalo10/03/2010 06:13:58
Si es un asunto de política debe de ser tan altísima y reservada que se me escapa por completo, porque la mayoría de los nombres que has mencionado pueden formar parte de esa Academia y de cualquier otra. Y si se trata de asuntos de política de la Academia, lo mejor que pueden hacer es seguir fuera, no?
5Dearest10/03/2010 06:17:39
Querido Jordi: En Estados Unidos se te lee y sigue mucho, por razones obvias. Desde California, me gustaría saber saber qué opinión tienes de los académicos, estudiosos y críticos que trabajamos desde este otro lado del Atlántico. Y también, si tú crees que es posible crear más puentes "académicos" entre ambos lados.
No se me ocurre una respuesta categórica, excepto una: hace muchos años, más de treinta o cuarenta, el balance en relación con el hiuspanismo local era depresivo. Hoy tengo la sensación de que la armonía y la lucidez en el hispanismo estarían mejor encarnadas si el hispanismo fuera de España siguiese con algo más de atención la producción ingente, y desde kuego muy irregular, de los locales. ha habido, me parece, un cambio de ritmo o de cadencia en la producción intelectual del hispanimso, y tiendo a creer (quizá por deformación profesional) que la calidad de la crítica académica española ha mejorado en los niveles medios y más generales. Si ha perdido parte del complejo de hermana pequeña o discapacitada, es una buena noticia. Y si el hispanismo internacional ha perdido una parte de su complejo de superioridad histórico también.
6Juan Ferraté10/03/2010 06:19:08
Buenas tardes Jordi, sé que pronto viajarás a Nápoles para seguir con tus investigaciones sobre el exilio y el barroco. ¿Podrías detallar qué tipo de información esperas encontrar? Un abrazo desde La Molina.
La pasión del barroco es vieja, fíjate que llegué a titular un libro mío La pasión fría, pero en este caso va a ser más bonancible el viaje, de ida y vuelta, espero que definititivamente clásico. ¿Hay calefacción en La MOlina?
7Leonardo Rot10/03/2010 06:21:27
Buenas tardes. Soy lector asiduo de sus libros y espero que muchos podamos continuar deleitándonos con sus análisis históricos sobre esa etapa de España. Mi pregunta es... ¿cómo vincula usted lo que está ocurriendo con el cuestionamiento al que se está sometiendo al juez Garzón, con las consecuencias de una transición política incompleta y más bien falsa... y en la que determinadas instituciones continúan sometidas al nacionalcatolicismo?
Yo creo que la mejor demostración de que la transición es completa y ha llegado hace ya tiempo al final es precisamente que entre la judicatura y sobre todo entre sus orientadores políticos existe la fantasía de desautorizar la trayectoria del juez Garzón. Sin embargo, el objetivo no es evidentemente ese, sino que desde mi punto de vista se trata básicamente de se pare el proceso de la investigación judicial sobre asuntos vinculados al PP. Lo peor, sin duda, para quienes solo leemos papeles públicos o prensa es el papel que parece haber desempañado aquí Margarita Robles.
8Javier10/03/2010 06:24:48
Buenas tardes: ¿qué opinas de la literatura de los que se quedaron? Un saludo.
A mí me siguen gustando los poemas de Vicente Aleixandre y de Dámaso Alonso, pero si he de decicidir sobre lo mejor de la literatura tras la guerra, me temo que he de irme un poco más adelante y empezar a contar a partir de quienes no se quedaron sino que los nacieron aquí, y no tuvieron oportunidad de decidir si se quedaban o se iban. Igual algún día nos da por pensar que el trauma salvaje de la guerra devastó también la literatura y la dejó disminuida, hasta que otros, sin esa experiencia detrás, o sin su inmediatez, se rehicieron como escritores y no como testigos ni como víctimas.
9Lucas Vermaelen10/03/2010 06:28:08
Hola, Jordi. ¿No cree que estamos un poco saturados de novelas y ensayos sobre la Guerra Civil y la Transición? Me encanta su estilo barroco.
Yo sin duda lo estoy por razones profesionales, pero tenemos, desde España al menos, una inmensa ventaja infrecuente, y es que uno se puede saturar también de novelas de Paul Auster o de Isabel Allende, se puede hartar de poemas sobre la perplejidad de la democracia o de ensayistas sobre los modos de ser feliz. ¿De verdad que sólo aparecen novelas sobre la guerra civil? una clección como Periférica, que recuerde a bote pronto, no ha publicado ni una, y tengo la impresión de que no son materia habitual tampoco de la mayoría de los escritores que hoy publian novela. Otra cosa es que esa materia forme parte de manera casi rutinaria de la expecativa y la curiosidad, todavía activa, tanto de los medios de comunicación como de muchos lectores.
10Luis P.10/03/2010 06:35:12
Cuando hace la crítica de un libro de Javier Cercas, ¿cómo le influye que este autor sea amigo personal suyo a la hora de hacer una valoración? ¿No sería mejor declinar hacer la crítica?
Gran pregunta, que respondo sin pensar: la apreciación del valor de un escritor y de sus logros me parece que está directamente relacionada con el nivel de sintonía, simpatía y complicidad por lo que hace tanto desde el punto de vista de vista formal como intencional, por aquello que forma parte de sus obesisiones, tanto si uno las comparte como si no. De manera que el ejercicio de la crítica de la obra que conoces muy bien en su manufactura y en su intención me parece extremadamente saludable y puede ser útil para que otros lectores reconozcan ahí la obra de valor que el crítico ha creído identificar. La mejor clave es que haya coincidencia entre lo que opina alguien que conoce bien a Cercas y alguien que sólo tiene un libro en las manos y opina sobre él, y al menos en los dos o tres últimos libros me tranquiliza mucho saber que ha existido esa coincidencia.
11Mauro P.10/03/2010 06:40:45
Como experto en la materia, mójese: ¿quién es el mejor prosista español del momento? Yo creo que es Trapiello. Usted acaba de participar en un libro homenaje a este escritor. Sabemos que le gustan sus diarios. ¿Qué otros dietarios españoles le interesan?
Qué tío. Yo me harto de explicar a mis estudiantes (y a menudo a mis hijos) que no tengo ni la más remota idea de quiénes ocupan esos espacios fantasmagóricos que se definen por ser el mejor en algo: ¿el mejor prosista? ¿Pongo a Trapiello para saltarme a Savater? ¿Callo a Ferlosio y salto a Gimferrer? ¿Vale cualquier género? ¿UN prosista es el que hace buena prosa de cualquier cosa, como Millás? Otros diaristas es muy fácil, porque los hay espléndidos: Miguel Sánchez-Ostiz y Antonio Martínez Sarrión, Pere Gimferrer y José Jiménez Lozano, para dejarlo en cuatro de edades y sensiblidades tan distintas. Y uno más: Francisco Umbral.
12Eduard10/03/2010 06:46:35
Apreciat Jordi, ¿No crees que a nuestra literatura le hace falta o necesita narradores como Philip Roth o J.M.Coetzee que sean capaces de trascender su ideología para hacernos una radiografía profunda y valiente como país y como comunidad? Un abrazo
Pero fíjate en lo que pides: dos escritores descomunales. Radiografías profundas y valientes, como pides tú, son cosas de ensueño y si algunas de las novelas de Juan Marsé y Juan Goytisolo, de Eduardo mendoza y de Alvaro Pombo, de Javier Marías y Javier Cercas no son exactamente esas radiografías que pides, al menos esos autores sí saben que lo son las novelas de Philip Roth y de Coetzee: hubo en tiempo en que ni siqueira estaba claro que Vargas Llosa o Carpentier o Alvaro Mutis eran grandes novelistas.
13flix10/03/2010 06:52:34
¿Cúales cree que son las razones por las que el concepto liberal está tan denostado en nuestro país a la hora de darle contenido durante la república y la dictadura?
Básicamente porque la palabra liberal ha hecho un recorrido semántico que la ha llevado desde el ámbito de las actitudes morales e intelectuales -tolerancia, racionalidad, ecuanimidad- hacia el de las doctrinas económicas salvajes o más despiadadas. de manera que parece que cuando uno habla de la tradicicón liberal está hablando del modo de alimentar mejor la codicia de los mercados financieros... Pero aceptando el sentido histórico de la palabra, también hay otra razón, y es que la brutalidad franquista extremó de manera desaforada las posiviones e hizo lo posible para dejar libre el campo donde de veras debía construirse una sociedad democrática: las zonas intermedias entre radicalismos ideológicos o políticos. De manera que lo que algunos trataron de hacer en pleno franquismo fue justamente habilitar el espacio social y cultural en el que pudiesen crecer clases medias dispuestas a reconocerse en los criterios del liberalismo clásicos, tanto si lo hacían de modo consciente (Gregorio Marañón o el propoio Ridruejo, Julián Marías o Julio Caro Baroja) como si sólo lo aprendían por vía osmótica, mientras leían novelas, acudían a salas de cine y de arte o discutían con otros.
14iratxe10/03/2010 06:55:41
Hola, Jordi. ¿A qué poetas actuales en castellano me recomiendas leer? Gracias.
Por no decir a un autor muy popular, Juan Antonio González Iglesias, y por mencionar a un autor no sé si muy difundido fuera de Cataluña, Joan Margarit.
15Roth10/03/2010 07:00:45
Me hiciste clases (comentario de textos, en la UB) el 2005. Soy de Chile. Aprendí mucho. Gracias por eso. La pregunta: ¿qué crítica le harías a las universidades y su manera de enseñar la literatura?
Lo que me gustaría de veras es oír las críticas de los demás, porque lo malo del caso es que yo no escucho las clases de literatura sino que las imparto, de manera que lo que me vendría maravillosamente bien es que alguien me dijese lo que hacemos mal. Sólo se me ocurre una razón fundamental, y es que el gusto por la literatura se podrá transmitir sólo si el que la cuenta (o presuntamente la enseña) reproduce algo parecido a la experiencia misma del placer e intensidad que tuvo mientras la leía.
Mensaje de Despedida
Gracias por las preguntas y un saludo cordial.
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