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Publicada 70 años después la crónica diaria de la Generalitat sobre la guerra

La familia del Josep Tarradellas, 'president' en el exilio francés, ocultó los documentos a los agentes de la Gestapo

Más de setenta años después de haber sido escrito, se ha publicado por primera vez el relato que la Generalitat republicana hizo día a día de la situación política y cotidiana durante la Guerra Civil española. Publicado por la editorial Dau, este documento histórico sólo había sido consultado por algunos historiadores que se habían desplazado al monasterio de Poblet, donde se conserva el Archivo Montserrat Tarradellas Macià. El editor Ton Barnils ha explicado que "además de la importancia intrínseca del documento, no menos relevante es la peripecia que vivieron: fueron custodiados por el presidente de la Generalitat en el exilio, Josep Tarradellas, y aunque la Gestapo registró su casa en Francia en tres ocasiones nunca los encontró, pues el padre de Tarradellas los había ocultado dentro de bidones en el jardín de la vivienda".

La publicación del primero de los dos volúmenes de estos manuscitos es el resultado de "dos años de trabajo con media docena de especialistas, entre ellos el historiador Jordi Casassas". En este primervolumen, el lector conoce los momentos clave del inicio del conflicto vistos por sus protagonistas, cómo Cataluña solventa el alzamiento faccioso, la marcha de los milicianos al frente de Aragón, el dominio del Comité de Milicias Antifascistas o la organización de la industria de guerra y el racionamiento. En el Segundo volumen concluirá la crónica oficial de la Generaitat hasta su última fecha, el 28 de febrero de 1939, y se incluirán un índice onomástico y temático con más de 2.000 entradas, así como tres textos personales inéditos de Tarradellas.

Casassas ha explicado que en la crónica, "seguramente escrita por tres manos a lo largo del período cronológico, se denota al final cierto desánimo por parte de la Generalitat, especialmente cuando el Gobierno central se instala en Barcelona y controla también la acción de la Generalitat". En este relato en primera persona, que el editor ha calificado de "biblia de la Guerra Civil", se describen "los bombardeos sobre Barcelona y Cataluña, que hacen difícil la normalidad en la vida cotidiana". Casassas atribuye a "la escasez de papel" el final abrupto de la crónica, meses antes del final de la guerra, cuando las entradas del dietario se limitan a enumerar poblaciones y número de bombas caídas.

Crónica de una derrota total

En opinión del historiador, la importancia del documento radica en que "tenemos un relato que se centra exclusivamente en los hechos de guerra y en la dinámica político-ideológica, pero haciendo hincapié en cómo afecta a elementos de la vida cotidiana, sobre todo por la llegada de más de un millón de refugiados que huyen del resto de España". Ante esta avalancha demográfica, la propia Generalitat, como recoge el texto, organiza donaciones y requisas de mantas, colchones y otros enseres calle por calle. También queda constancia del esfuerzo que hizo ERC, que presidía el gobierno catalán, para integrar en la Generalitat a la CNT, con el objetivo de "hacer funcionar el país".

En contraste con mucha historiografía española, el dietario de la Generalitat republicana "refuta", en palabras de Casassas, "la insinuación de Juan Negrín de la escasa contribución catalana al esfuerzo de guerra". La crónica reproduce los discursos del presidente Lluis Companys, que aparece con "una dimensión de estadista", que sabe conectar con el pueblo, y da cuenta de "la internacionalización del conflicto", a través de las constantes visitas de todo el mundo, y del desembarco de la URSS en Cataluña a través de su cónsul, Antonov Ovseenko, que lleva aparejado un creciente peso del PSUC. En el segundo volumen se podrá conocer con precisión el conflicto entre los trotskistas del POUM y los heterodoxos del marxismo.

Además de la crónica, en la obra se incluyen tres textos inéditos en los que Tarradellas da su interpretación de los Hechos de Mayo, describe la contribución de Cataluña a la Guerra Civil y ofrece una crónica de enero de 1939 fruto de su visita a los frentes en la que hace una valoración dramática de esos últimos días e incluso retrata meticulosamente un bombardeo desde dentro. Según Casassas, el cuerpo central del dietario fue escrito por Joaquim Vilà, jefe de prensa e íntimo amigo de Companys, quien murió en mediados de diciembre de 1938 en un bombardeo en Barcelona, por lo que el documento fue acabado por su hermano, que le sustituyó en el cargo, mientras que no se tiene información cierta de quién es la tercera persona que escribió el dietario.

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