Donna Leon: "Mis libros dicen: ¿Habéis pensado en esto?"
La dama de la novela negra sostiene que sus obras "cavilan" sobre problemas sociales
La escritora norteamericana de novela negra Donna Leon manifestó este miércoles que sus libros "no señalan con el dedo índice, ni sermonean sobre corrección política", sino que sólo transmiten la frase "¿Habéis pensado en esto?".
En rueda de prensa celebrada en el marco de la Feria del Libro de Sevilla, la dama de la novela negra indicó que a través de sus libros "cavila" e identifica los problemas sociales, intentando dejar patente que "hay que hacer algo para solucionarlos". "Mientras sigan existiendo problemas, seguiré escribiendo, y, cada día, incremento mi material", aseguró la autora.
Concretamente, en su último libro, La chica de sus sueños, editada por Seix Barral en España, la creadora del mítico comisario Brunetti reflexiona acerca de dos cuestiones principales: la "elección de las creencias" y el "peligro" de la práctica de ser "políticamente correctos", focalizado en esta obra en la "hipocresía" de opiniones acerca del colectivo gitano.
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En La chica de sus sueños, décimo octava obra de la saga Brunetti, León narra la historia de Ariana, una niña gitana de diez años de edad que aparece muerta en el canal veneciano y por la que "nadie parece preocuparse, ni siquiera su familia". Para investigar su homicidio, el cínico comisario se infiltrará en la comunidad gitana, los romaníes en lenguaje oficial de la policía italiana, y deberá luchar contra el prejuicio institucional, una rígida burocracia y sus propios remordimientos de conciencia.
Así, a través de este libro, la autora sugiere que, en un tiempo de "creencias religiosas apasionadas", es "interesante" considerar la posibilidad de que "cada uno saque interpretaciones diferentes de las mismas lecturas y decida qué quiere creer".
Respecto a la corrección política, Leon opinó que uno de los momentos en los que las personas tienden a ser políticamente correctas es al hablar de la comunidad gitana o romaní. En este sentido, indicó que en el año que ha tardado en elaborar la novela, ha tenido la oportunidad de hablar con policías, asistentes sociales y otros colectivos italianos que le han confirmado esta idea.
"Fuera de sus casas, las personas dicen que los gitanos son maltratados por la sociedad, que son víctimas de los tiempos que corren, pero, de puertas para adentro, confiesan que no les gustan los gitanos porque roban", explicó. No obstante, matizó que la comunidad romaní no está "del todo mal vista" por los italianos, como ocurre con los albaneses, porque, aunque "roben", "no cometen delitos violentos".
Al hilo, la signora de la novela negra apuntó la "diferente" integración del colectivo gitano en España, ya que en nuestro país, en su opinión "son bilingües y forman parte de la población en términos generales".
Pero, salvando las diferencias, indicó que la "única" crítica que puede hacer al respecto es que la sociedad en general mantiene a los gitanos "separados" de la cultura. "Sus niños no aprenden a leer ni van a la escuela. Existe un claro obstáculo intelectual y cultural", valoró.
Pesimista, aunque feliz "por genética"
De otra parte, Leon confesó vivir una especie de "esquizofrenia" respecto a su protagonista, el comisario Brunetti. En este sentido, aseguró que ella es una persona "genéticamente feliz", lo que es un "regalo". Sin embargo, precisó que "intelectualmente" es "oscura y pesimista".
Por ello, afirmó que si Brunetti se convierte en un ser cada vez más pesimista socialmente, es porque ella misma lo es, y la razón primera de esta sentimiento es el tema ecológico y la "negación" de muchos ante la evidencia de que estamos en "peligro".
En relación a la novela negra, la escritora opinó que este género puede ser entendido como la "nueva novela social" de nuestros días, aunque puntualizó que la "verdadera" novela, también actúa en este sentido. Asimismo, estableció las diferencias entre el cultivo del género en América y Europa, diciendo que las novelas americanas son "más violentas en general", mientras que las europeas están normalmente más "caladas de temática social y política".
También sugirió que las mujeres pueden ser "mejores" escritoras en este género, ya que están "naturalmente más interesadas en los asuntos personales". "Somos más entrometidas y nos gusta meter más las narices en los asuntos, y esto es una ventaja a la hora de escribir novela negra, porque son obras de meter más la nariz", abundó.
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