Barry Gifford atribuye a su "movida infancia" gran parte de su sustrato literario

Barry Gifford, narrador y poeta estadounidense, presentó ayer en Valladolid Una puerta al río, una de sus tres obras más recientes que se han editado casi simultáneamente, y que, sin ser "estrictamente autobiográfica", sus páginas "recrean o reinventan" un tiempo y lugar "donde he utilizado hechos pasados de mi vida", según ha explicado el autor.

Gifford, guionista de algunas de las principales películas de David Lynch (como Corazón salvaje (1990) o Carretera perdida (1997), ha cerrado una especie de trilogía con esta última novela aunque no ha asegurado que no vuelva a reabrir el ciclo. "Marcel Proust nunca dejó de revisar En busca del tiempo perdido y conozco a algunos autores que incluso acuden a la imprenta a realizar las últimas correcciones".

La novela, editada por La otra orilla, está situada en el periodo comprendido entre 1950 y 1963 y refunde otros dos libros publicados anteriormente (Wyoming y El fantasma del padre también de corte autobiográfico). Otros elementos y ambientes que ha reflejado en su narrativa han sido la violencia, el racismo y el fundamentalismo religioso que ha observado en la sociedad americana.

El autor, nacido en Chicago, se encuentra de paso por España, donde ha participado en el IV Festival "Spoken Word", con sedes simultáneas en Sevilla, Gijón y Palma de Mallorca. En esta visita ha manifestado que le gusta viajar y que su "movida infancia, de hotel en hotel" le ha suministrado un sustrato literario que ha incorporado a sus ficciones. "Yo tuve entonces la mejor universidad de que puede disponer un escritor. En los hoteles conocía a gente nueva, escuchaba lenguas, acentos e historias diferentes y contaba a los huéspedes las mías propias que, por supuesto, eran pura ficción". Así es como el autor aprendió a inventar vidas que no eran la suya propia.

Otra de las últimas novedades editoriales de Barry Gifford, invitado en Valladolid por la Asociación Cultural Laika, es el poemario titulado Las cuatro reinas, editada por La Fábrica con fotografías de David Perry y compuesta por poesías de muy reducida extensión.