Chayanne hace vibrar al público en su primer concierto de la gira española

Más de ocho mil personas se entregaron y bailaron al ritmo de Chayanne en el primer concierto de la gira española para presentar su último álbum, Mi tiempo, y también vibraron al recordar algunos de sus éxitos anteriores con un ritmo más actual.

Después de tres años sin actuar en España, Chayanne volvió con más fuerza que nunca en un concierto en San Juan de Alicante ante miles de jovencitas (y otras que no lo eran tanto) que se divirtieron y movieron con los vaivenes de la cintura del puertorriqueño.

Las incondicionales del cantante caribeño demostraron que ya se saben algunas de las letras del último disco, que salió a la venta hace sólo unos meses en España, aunque el auditorio realmente disfrutó con los anteriores éxitos, como Salomé, Boom, boom y, sobre todo, Torero.

Chayanne no defraudó a ninguna de sus admiradoras y exhibió un repertorio completo de bailes, desde la salsa al merengue pasando por la disco, para terminar de arrebatar a su público con el mareante ritmo de sus caderas.

Poco a poco y acompañado por seis bailarines en sus coreografías y un colorido escenario en el que destacaban tres grandes pantallas, Chayanne presentó varios de sus últimos temas antes de arrancar las palmas de todo el público con el primero de sus grandes reclamos en España, Salomé.

Tras ésta canción, el puertorriqueño volvió a sacar su lado más romántico y también se dejó querer entre canción y canción ante sus incondicionales prometiendo que "esta noche pueden hacer con nosotros lo que quieran".

Pero tras la tranquilidad, con temas como Si nos quedara poco tiempo o Yo te prometo, regresó la tempestad con varios de sus éxitos más movidos. Entre ellas Caprichosa, donde demostró el dominio de las coreografías y que a sus 40 años recién cumplidos sigue haciendo cualquier pirueta y provoca el griterío de las más jóvenes con sus movimientos sensuales.

Uno de los momentos más "calientes" del concierto tuvo que llegar precisamente al son de Candela ya que enseñó repetidamente su torso ante la algarabía generalizada de sus seguidoras, que no se creían la excusa poco convincente que daba el propio artista de que se le abría la camisa "por el viento". La química seguía creciendo, pero el punto culminante del puertorriqueño, que incluso se atrevió a tocar durante unos instantes la percusión, no llegó hasta la última canción de la noche, Torero.

en una gira iniciada en noviembre de 2006 en Estados Unidos y que le

llevará a 26 países.