Sunn O))) hace retumbar el Sónar
Los graves distorsionados resuenan como pocos sonidos en el cuarto de ecos del SonarHall
Atmósferas tan graves y oscuras como la sala, un SonarHall cargado además de una espesa niebla, atronan todo el CCCB. Tres pisos arriba, al contrario que el primer día, el temblor de las paredes interfiere con el espectáculo que en esos momentos se celebra en el SonarComplex, un show envolvente de los ingleses Haswell & Hecker. Su espectáculo es eclipsado en lo sonoro por lo que sucede 20 metros abajo, y su experiencia multisensorial queda reducida a las luces estroboscópicas.
No es para menos, por que uno de los fenómenos de esta catorceava edición del Sónar ha pasado por el festival haciendo mucho ruido y taponando más de un tímpano. Un auditorio repleto esperaba impaciente la salida a escena de los reyes del sludge metal americano. La mayoría por simple curiosidad, otros por ver su escenografía en vivo y unos pocos por poder estar cerca de sus tenebrosos ídolos.
A los diez minutos, gran parte de la repleta sala queda semivacía: hace falta mucha resistencia para soportar el ataque de drones de Sunn O))). El trío de encapuchados toca un tema, un solo tema, pero que a la vez son muchos. Una hora seguida de graves distorsionados, entre los que se distingue con dificultad la también retocada voz del cantante, resuenan como pocos sonidos antes en el alucinante cuarto de ecos del SonarHall.
Sin duda, la actuación de la jornada diurna. No por asistencia o aplausos, sino por haber conseguido meritoriamente ser uno de los grupos más recordados que pasarán por el festival barcelonés este 2007. Si este Sónar comenzó con la relativa tranquilidad de los sonidos orientales y los beats hiphoperos del Reino Unido, en tan sólo 24 horas la música avanzada se ha radicalizado.
Otro de los que se suma a esta corriente oscura que ha atravesado el Sónar de punta a punta es Clark, un inglés que con su percusión polirítmica y sus tupidas atmósferas no ha dejado indiferente a nadie, al igual que hicieron el jueves los chinos 718 o White. Lo industrial vuelve a estar de moda en el Sónar.
Pero no sólo de tinieblas digitales ha tratado esta segunda jornada, ya que la nota de color del viernes la han puesto los a priori fríos finlandeses. La más destacable de ellos, la banda de Nicolle Willis y sus The Soul Investigators, ha dado un contrapunto perfecto a lo que se cocía bajo tierra: un show alegre de funk y soul que ha hecho bailar bajo un sol abrasador al numeroso público. Los viejos acordes "old-school" de sus compatriotas The Executives y la buenas vibraciones y el flow traído desde los Ángeles por Emanon no han sido menos.
Tras la demostración de lo variada que es la "música avanzada" que suena en Barcelona este año, sólo queda conocer si la línea argumental se mantendrá esta noche, en la verdadera inauguración de la, cada año más, multitudinaria fiesta nocturna. Beastie Boys, esta vez haciendo su habitual y desenfrenado show, y otros como Justice, Timo Maas o Richie Hawtin tendrán que demostrar sus dotes a los platos y al micro, para subir aún más el listón de los que se ha visto hasta ahora en el Sónar 2007.
Babelia
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