Un niño arqueólogo con la magia de Harry Potter

El editor que fichó a J.K. Rowling cree que ha encontrado a otro Harry Potter, pero esta vez se trata de un niño arqueólogo.

En una industria que habitualmente promociona sus productos con grandes campañas y siempre está en busca del siguiente gran éxito, dos autores desconocidos han conseguido un adelanto de 750.000 euros mas los derechos de prepublicación en 15 idiomas. Roderick Gordon y Brian Williams han firmado con Chicken House después de que el editor Barry Cunningham descubriera una primera versión de su libro Tunnels.

"Sabía desde la primera página que Harry Potter era mágico; leyendo Tunnels tuve la misma sensación", ha asegurado Cunningham, quien también ha logrado el éxito editorial internacional con los libros para niños de la escritora alemana Cornelia Funke.

"Tunnels lo tiene todo: un niño arqueólogo, villanos despiadados, un mundo perdido y un viaje extraordinario al centro de la tierra", en opinión del editor. El relato ha despertado gran interés en la feria internacional de libros infantiles de Bolonia.

Los autores se conocieron en la universidad pero después siguieron carreras diferentes, uno como inversor financiero y el otro como artista. Se encontraron cuando Gordon se cansó de su empleo en una entidad financiera. Después vendió su casa para financiar la publicación de una edición limitada de Tunnels.

Tras oír hablar de su éxito, Cunningham ha fichado a la pareja para una serie de historias fantásticas vista a través de los ojos de un adolescente de 14 años, Will Burrows, y localizadas en un mundo subterráneo debajo de Londres.

Cuando trabajaba con la editora británica Bloomsbury, a mediados de los noventa, Cunningham transformó la industria editorial al fichar a J.K. Rowling, cuya saga de Potter vendió más de 325 millones de ejemplares y convirtió a su autora en la escritora más rica del mundo. Rowling ha admitido que "si no fuera por Cunningham, Harry Potter estaría aún olvidado en un cajón debajo de las escaleras".