La Tate Modern monta una muestra sobre la relación de Dalí con el cine
El artista saltó a la fama por sus colaboraciones con cineastas como Buñuel, Hitchcock y Disney
Tras el éxito que está teniendo en Londres la muestra que la National Gallery ha montado sobre Velázquez, el Tate Modern ha presentado hoy la que promete ser la exposición del verano en la capital británica: un recorrido por el trabajo de Salvador Dalí y su relación con el cine.
Dalí y toda su generación creció con el cine, pero en ningún artista como él se da una influencia tan clara y directa entre el nuevo medio y las artes plásticas. Esa "fecundación mutua", como la ha definido el comisario de la exposición, Matthew Gale, es la que explorará la exposición Dalí y el Cine, copatrocinada por la Fundación Gala-Salvador Dalí y apoyada activamente desde la embajada y la Oficina de Turismo españolas en la capital británica.
En la presentación a la prensa, el director del Tate Modern, Vicente Todolí, ha recordado que Dalí adoraba a los hermanos Marx, a Buster Keaton y a Harry Langdon , entre otros grandes cómicos del cine mudo americano, y que luego colaboraría con Walt Disney y los grandes estudios de Hollywood.
El salto a la fama del artista español se produjo precisamente a raíz de las polémicas originadas tras el estreno en París de las dos películas en cuyos guiones participó, en 1929 y 1930, con otro genial compatriota, Luis Buñuel: Un perro andaluz y La edad de Oro, dos monumentos del más puro cine surrealista. Pero igualmente famosa es la secuencia onírica que creó para el filme "Recuerda, de 1945, dirigido por el mago del suspense, Alfred Hitchcock, y protagonizada por Gregory Peck e Ingrid Bergman.
También es conocida su colaboración con Walt Disney en una película que no llegó a realizarse en su momento y se terminó recientemente, Destino (1946), un cortometraje de animación basado en la canción homónima del mexicano Armando Domínguez y que estaba concebido para incluirse en una segunda parte del filme Fantasía, del propio Disney.
Dalí pensó en el cine toda su vida, creando textos poéticos y apuntes, guiones (incluido uno para los hermanos Marx que no llegó a realizarse), dibujos y pinturas fuertemente influidas, sobre todo en su etapa surrealista más pura -la de finales de los veinte y treinta- por la capacidad ilusionista del Séptimo Arte y el psicoanálisis de Sigmund Freud.
Pero sobre todo intuyó inmediatamente el potencial del cine para llegar a vastas audiencias, lo que explica su rechazo hacia un cine elitista y de vanguardia como el del alemán Hans Richter. Según han explicado hoy los responsables del Tate Modern, la exposición permitirá a los visitantes apreciar esa mutua y rica fecundación del cinematógrafo y del arte daliniano en todas sus dimensiones.
Las películas que hizo con Buñuel incluyen escenas tan impactantes como el famoso primer plano de la sección del ojo con una navaja o una mano infestada de hormigas, imágenes, como otras muchas, exploradas ya por Dalí en algunos de los cuadros que pintó en aquellos años como Aparato y mano (1927) y Carne de gallina inaugural (1928).
Como ha explicado el comisario, también podrá verse en la exposición de la Tate, cómo en las pinturas de los años treinta, Dalí emplea una nueva atmósfera fuertemente cinemática: tal es el caso, por ejemplo, de la enigmáticamente titulada Osificación matinal del ciprés. A su vez la famosa escena onírica del filme de Hitchcock traduce a escala cinematográfica la imaginería de algunos de los cuadros que pintó por los años cuarenta como Idilio Atómica y Uránico Melancólico, de 1945.
Según han explicado Todoli y Gale, la exposición de la Tate Modern, que estará abierta al público del 1 de junio al 9 de septiembre, está concebida de forma que el visitante pueda visionar los filmes completos o ciertas secuencias, según los casos, y apreciar la influencia del entonces nuevo arte en el conjunto de la creación daliniana.
Babelia
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