Ayala confiesa sentirse "abrumado" por los actos de su centenario

El escritor Francisco Ayala (Granada, 1906) ha confesado hoy en Sevilla que todos los actos del centenario de su nacimiento le han abrumado, porque es "un anciano que se aprovecha de la ancianidad para hacer una vida cómoda". "Soy una persona modesta, recatada y tímida, aunque tras los últimos homenajes ya nadie se lo crea", ha dicho el autor de La cabeza del cordero, para el que cumplir cien años "es una hazaña que sólo cometen los cobardes".

El ilustre granadino ha agradecido los homenajes que se han sucedido este año, en el que se ha cumplido el centenario de su nacimiento, durante la clausura de unas jornadas sobre su figura que ha organizado la Fundación José Manuel Lara. Un agradecimiento que ha intercambiado con la consejera de Cultura, Rosa Torres, que ha destacado el mérito y la capacidad de aguante del autor para asistir a todas las citas ya sean de instituciones públicas o privadas.

La consejera a definido al homenajeado como "un caballero de la cultura", al que a principios de años se le preparó una agenda "que miró con incredulidad y con resignación" y que finalmente se ha cumplido en su totalidad. El ciclo "Leer a Francisco Ayala en el siglo XXI" ha contado con la presencia de su esposa, la profesora Carolyn Richmond, que ha hecho en su ponencia un recorrido por la vida del literato durante su estancia en Nueva York a través de los relatos de sus obras El jardín de las delicias y Recuerdos y olvidos.