Así se gestó 'Las señoritas de Aviñón'
La Casa Natal de Picasso muestra por primera vez el cuaderno preparatorio de la obra
La nueva sala de exposiciones de la Fundación Picasso-Museo Casa Natal, en la capital malagueña, muestra por primera vez hasta el 28 de febrero el Cuaderno número 7 de Pablo Ruiz Picasso, preparatorio de Las señoritas de Aviñón, en el marco de la muestra De Avinyó a Avignon. La inauguración tuvo lugar ayer, cuando se cumplían los 125 años del nacimiento en Málaga del artista.
La exposición, que forma parte del XIX Octubre Picassiano, está integrada por el Cuaderno número 7, que fue adquirido por el Ayuntamiento de Málaga en el mes de junio; seis piezas de arte negro tribal cedidas por el Museo Nacional de Antropología de Madrid, y seis máscaras de Africa y Oceanía de un coleccionista madrileño. Además, junto a todo esto se muestran 13 fotografías eróticas del Arxiú Nacional de Cataluña realizadas a principios del siglo XX por el fotógrafo Antoni Esplugas.
El Cahier número 7 es uno de los 16 cuadernos y varios bocetos individuales que Picasso realizó como trabajo preparatorio a Las señoritas de Aviñón. En sus 60 hojas de papel blanco rayado el artista realizó en París, entre mayo y junio de 1907, un total de 84 dibujos para los que utilizó tinta china, lápiz grafito y gouache rojo. La directora de la fundación, Mariluz Reguero, ha señalado que para acompañar a este cuaderno han incidido en la influencia que tuvo en Picasso su visita al Museo de Historia Natural de París y las figuras del arte primitivo, porque "nos pareció que era interesante recuperarla", ya que "Málaga es la puerta de Africa y también nos interesaba mucho la diversidad cultural".
Un burdel en la calle d'Avinyó
En lo que respecta a las fotografías de Esplugas, expuso que era "el único que queda de los fotógrafos eróticos de principios de siglo", algo que tuvo mucho desarrollo en Barcelona, por lo que solicitaron al Arxiú Nacional de Cataluña, que tiene los fondos de este fotógrafo, que les prestaran estas piezas, que son las que tienen más similitudes con Las señoritas de Aviñón. En este sentido, la comisaria consideró que Picasso debía conocer este tipo de fotografías, porque las posturas de las mujeres son similares a las de la citada obra.
"Nos interesaba mucho también el hecho de que era un burdel de una calle muy cercana a su casa paterna de Barcelona, de la Carrer d'Avinyó, que luego Andrés Salmón equivoca con el Avignon", y a partir de entonces el cuadro se conoce como Las señoritas de Aviñón, ha explicado Reguero, quien apuntó que todo ello les interesaba "para luego hacer el juego de sus influencias cuando llega a París, pero también las españolas, como el catalanismo que siente a principios de siglo", que le hacer reflejar en las hojas de este carné los típicos castellers catalanes. "Todo eso está aquí creando paralelismos con Las señoritas", aseveró.
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