Fallece el premio Nobel de Literatura egipcio Naguib Mahfuz
El único escritor en lengua árabe que ha obtenido el galardón muere a los 95 años de edad en el hospital de la policía de El Cairo
Naguib Mahfuz, el único escritor en lengua árabe premiado con el Nobel de Literatura, ha fallecido hoy a los 94 años de edad en el hospital de la policía de El Cairo. El novelista recibió el prestigioso galardón en 1988 y está considerado por la crítica el mayor cronista del Egipto actual. Ha muerto tras permanecer más de tres semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Mahfuz era el primer cultivador de la novela moderna en Egipto, considerado uno de los escritores árabes más innovadores. Su obra orbitaba en torno al hombre y su impotencia para luchar contra el destino y las convenciones sociales.
En 1947 publicó la novela El callejón de los milagros, que se convirtió en uno de sus más famosos escritos. Fue llevada al cine por el director mexicano Jorge Fons, que la ambientó en el México actual y con la que ganó el Premio Goya a la mejor Película Extranjera de Habla Hispana en 1996.
En su Trilogía, aparecida entre 1956 y 1957, narró los avatares de una familia desde principios del siglo XX hasta los años cuarenta, lo que le valió el dudoso apodo de el Balzac egipcio. El Cairo, la ciudad de Mahfuz, solía ser tan protagonista de sus novelas como los personajes más importantes.
Defensor de la libertad de expresión, los valores universales y la convivencia entre las culturas musulmana y cristiana, Mahfuz fue también un escritor comprometido. Por su apoyo incondicional al tratado de paz entre Egipto e Israel en 1979 y sus ideas laicistas, fue incluido en las listas negras de varios países árabes y víctima de varios atentados.
A finales de los ochenta, el líder islamista radical Omar Abdel Rahman, hoy en prisión por el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York en 1993, le condenó a muerte por una de sus novelas más famosas, Los hijos de nuestro bario.
Esta obra, que le valió el reconocimiento mundial, está paradójicamente prohibida en Egipto, desde la publicación en 1959 de varios fragmentos por entregas en un diario del país.
Su salud comenzó a deteriorarse en 1994, cuando las puñaladas de un integrista le causaron graves daños en la visión y la audición, así como la parálisis del brazo derecho.
Los achaques y las amenazas de los fundamentalistas le han mantenido desde entonces prácticamente recluido en su hogar, con salidas esporádicas y controladas por la policía.
Desde el pasado 18 de julio estaba ingresado en el Hospital de la Policía de Al Aguza, de El Cairo, donde hoy ha fallecido.
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