Paco de Lucía y Wynton Marsalis fusionan su arte en Vitoria

El Festival Internacional de Jazz de Vitoria ofreció ayer una imagen única y, probablemente, irrepetible: Paco de Lucía, a la guitarra, y Wynton Marsalis, a la trompeta, sobre el mismo escenario compartiendo y fusionando su arte ante un pabellón repleto de público. La escena se hizo esperar, pero no defraudó. Antes, Paco de Lucía subió al escenario y, en solitario, con la guitarra y sillas vacías a su alrededor, se reencontró con el público de Vitoria, el mismo con el que hace dos años compartió su recién otorgado Príncipe de Asturias de las Artes.

Con su tradicional chaleco negro y camisa blanca, fue recibido con una gran ovación por las más de 4.000 personas que hace más de un mes hicieron que el Festival colgase el cartel de no hay entradas para esta cuarta jornada.

Complicidad

Tras levantar una y otra vez a sus incondicionales de los asientos, el maestro de Algeciras hizo una pausa para presentar a quien definió como "un pedazo de bicharraco". A continuación, Marsalis se sentó a su lado, vestido de blanco y con la trompeta en sus manos.

Marsalis y Paco de Lucía, que no dejaron de intercambiar gestos de complicidad, demostraron que la música no tiene fronteras y lograron una perfecta y elegante unión entre flamenco y jazz.

Wynton no fue el único de la saga de los Marsalis que estuvo ayer en el pabellón de Mendizorroza. Antes que él, su hermano Delfeayo Marsalis se encargó de abrir la velada, acompañado entre otros del pequeño de la familia, Jason.

El trompetista volverá esta noche al Festival, junto a la Lincoln Center Jazz Orchestra, y compartirá escenario con Ron Carter, que se encargará del primero de los conciertos de la quinta jornada del Festival.