El Sónar rinde homenaje a la música negra
El festival de música avanzada se celebrará el fin de semana del 15 al 17 de junio, en doble sesión
El Sónar, el festival barcelonés especializado en música avanzada, celebra este año su edición número 13 con un programa en el que homenajeará a la cultura musical negra, con la presencia de algunos clásicos como los Chic o Linton Kwesi Johnson, y con un acercamiento también a la escena japonesa.
Sónar se celebrará el fin de semana del 15 al 17 de junio, en doble sesión: de día, en el entorno del Centro de Cultura Contemporáneo de Barcelona, y de noche, en la Fira-2. Sergi Caballero, Enric Les Palau y Ricard Robles, responsables de
Advanced Music, empresa promotora del festival, han dado a conocer el listado de artistas que ya han confirmado su presencia, en una programación que, según Enric Les Palau, pretende ser un "espejo de la actualidad" y en el que junto a "propuestas singulares" de la escena, se entremezclan otras voces del pasado que han marcado el camino de las actuales corrientes.
Como entremés, y al igual que en las últimas ediciones, el Sónar se abrirá el día 14 de junio con un concierto extraordinario (no incluido en el abono) de Alva Noto y Ruichi Sakamoto, que ofrecerán su mezcla de minimalismo electrónico acompañado por melodías de piano, en el Auditorio de Barcelona.
Los abonos para los tres días, a un precio de 130 euros, ya están a la venta, mientras que el resto de entrada individuales se podrán comprar a partir de las próximas semanas, a excepción de los pases de día, que saldrán a la venta en mayo.
La cultura musical negra
La cultura musical negra, en aquellas vertientes que más han influido en los sonidos electrónicos (como el reggae, dub, jazz, funk o la música disco) tendrá cabida este año en algunos de los escenarios temáticos en los que se divide el Sónar, y para ello se ha recurrido a algunos clásicos, como el sonido disco de los veteranos Chic, comandados por Nile Rodgers, o el lirismo dub de Linton Kwesi Johnson. En este apartado de ilustres de la música negra se puede añadir a Digable Planets, el casi fijo Jeff Mills, o Gilles Peterson, por citar sólo algunos de los que estarán en Barcelona esos días.
La otra apuesta de esta edición se centra en los sonidos procedentes del Japón, un país habitual en el programa del Sónar, pero al que este año se le dará más presencia con una veintena de artistas, principalmente en el llamado Sonarcomplex, entre los que destacan Horio Kanta, Doravideo, Optrum, Dj Krush o Tucker. El grupo del señor Coconut presentará su nuevo disco, con versiones de canciones de Yellow Magic Orquestra.
En esta edición, en la que no hay grupos que permitan hablar de un cabeza de cartel claro (papel que en otros años anteriores desempeñaron nombres como Bjork, Kraftwerk o Daft Punk), sí hay artistas consolidados, pero lejos de las ventas masivas, entre ellos Nigthmare on Wax, Isolee, Goldfrapp, Tiga, Sasha, Herbert & Dani Siciliano o Dj Vadim.
Como ya es habitual, las sesiones de día tendrán un carácter más experimental que las de la noche, aunque en sus cuatro escenarios también habrá hueco para el hip-hop (que cada año ocupa más espacio en el festival), el folk electrónico o el popular electro. El apartado de showcases, conciertos promocionales, tendrá como protagonistas a sellos como Stating Caravan (EUA), Mosz (Australia), Plop (Japón) o Scape (Alemania), entre otros.
Sónarcinema y Sónarmática
La vertiente expositiva del festival la cubren un año más el Sónarcinema y el Sónarmática (CCCB), el área multimedia que en esta ocasión se dedicará a la cultura móvil y los proyectos de localización. En cuanto a la imagen gráfica del festival, que edición a edición intenta sorprender a sus seguidores con motivos temáticos muy al margen de la música (como las fotos de un Maradona pasado de kilos, los poderes psíquicos o el tunning), se dedica este año a las "naturalezas muertas".
Para Sergi Caballero, se trata de una reinterpretación de objetos sin vida: una pintura de un bodegón, el muñeco de cera de Elvis Presley, un matadero, una calavera, el río de lava de un volcán, unos carneros disecados o un edificio caído tras un terremoto en Kobe (Japón). En definitiva, una sucesión de fotografías que parecen no tener nada que ver unas con otras, pero cuya lectura conjunta da para muchas interpretaciones.
