Venecia se blinda contra el terrorismo en el arranque de la Mostra

La 62ª edición del Festival Internacional de Venecia se ha inaugurado esta tarde bajo unas extraordinarias medidas de seguridad y con la proyección, fuera de competición, del filme Seven Swords, del vietnamita Tsui Hark, una violenta cinta ambientada en el siglo XVII durante la dinastía Quing china.

En esta edición, los organizadores, bajo la férrea dirección de Marco Muller, responsable del certamen, parecen haber armado un festival más contenido que en años anteriores, pero sin renunciar a las atracciones típicas de las grandes citas con el celuloide, incluidas algunas sorpresas y audacias. En el plano estrictamente artístico, si se hace un repaso a todas las secciones, hay una masiva presencia de Estados Unidos, seguida por la filmografía asiática, posiblemente la preferida de Muller, que es sinólogo.

La gran sorpresa es la última película del veteranísimo realizador portugués Manoel de Oliveira, que a sus 97 años llega a Venecia con Espelho magico. La crítica espera con expectación la proyección. Otro portugués, Joao Bothelo, hace con O fatalista una nueva versión del clásico de Diderot Jacques, el fatalista. Los actores y directores estadounidenses George Clooney y John Turturro traen a Venecia cintas que pueden gustar a sus adeptos: Good Night and Good Luck, el primero y Romance and Cigarettes, el segundo. Otro estadounidense, Abel Ferrara, llega a la ciudad de los canales con Mary, un filme en el que los personajes bíblicos se mezclan con la realidad actual, y su compatriota Terry Gilliam con The Brothers Grima, una provocativa y audaz historia homosexual de cowboys.

El joven ruso Aleksey German contribuye a este certamen con Garpastum, una película ambientada en 1914 en San Petersburgo, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, con un Imperio ruso que está al borde del colapso.

El cine asiático en la sección oficial está representado por Stanley Kwan, de Hong Kong, con Chanhen ge; el taiwanés Ang Lee, con Brokeback Mountain, y el coreano Park Chan-wook, con Chin-jeol-jan Geum-ja-set. Otro veterano, el polaco Krzysztof Zanussi, presenta una historia de intrigas políticas, éticas y morales ambientada en Uruguay.

Balagueró y Coixet

Francia, Gran Betaña e Italia tienen un papel fundamental en esta 62 edición de la Mostra. La primera se presenta con los filmes de Laurent Cantet (Vers le sud), Patrice Chéreau (Gabrielle) y Philipe Garrell (Les amants réguliers). Asimismo, el británico John Madden, que logró fama internacional en 1998 con Shakespeare in Love, llega con su última película, Proof.

Italia muestra obras de tres directores: Pupi Avati (La seconda notte si nozze), Cristina Comencini (La bestia nel cuore) y Roberto Faenza (l giorni dell'abbandono). Finalmente, el brasileño Fernando Meirelles compite por el León de Oro con The Constant Gardner, una historia policíaco-social ambientada en el norte de Kenia. En la sección Fuera de Concurso -en la que se incluyen filmes de Steven Soderbergh, Ron Howard, Cameron Crowe y John Singleton, entre otros- se presenta una cinta española, Fragile, del leridano Jaume Balagueró. Finalmente, en la sección Horizontes se muestra La vida secreta de las palabras, de la española Isabel Coixet, un filme que muestra el poder del amor ante las más adversas condiciones y La dignidad de los nadies, del argentino Fernando Solanas, que testimonia la resistencia social en ese país suramericano frente a la desocupación y el hambre producidos por los modelos económicos relacionados con la globalización.