U2 cierra en Madrid su gira española ante 55.000 espectadores
La banda irlandesa trasladó de "Madrid al cielo" a los espectadores
Con el ya característico "un, dos, tres, catorce..." con el que han iniciado todos los conciertos de la gira Vértigo 2005, U2 abrió anoche el recital de Madrid, pero cuando Bono grito "de Madrid al cielo", comenzó de verdad el espectáculo en el estadio Vicente Calderón.
Desde los primeros compases de Vértigo, tema con el que abrieron y cerraron el concierto, las más de 55.000 almas se entregaron al cuarteto irlandés, que cerraban aquí su gira española tras los recitales de Barcelona y San Sebastián. El propio Bono reconoció que uno de sus mejores momentos lo vivieron en esta ciudad en 1987, cuando actuaron en el Santiago Bernabeu, y hoy de nuevo sentía que aquello se estaba repitiendo.
Presentaban su último trabajo, How to dismantle an atomic bomb, del que seleccionaron siete temas, pero no faltaron canciones de Boy (1980), War (1983), The unforgettable fire (1984), The Joshua tree (1987), Achtung baby (1991) y All tha you can't leave behind (2000). También hubo homenajes, ya que Bono intercaló entre sus propias canciones fragmentos de otras ajenas, como una de la ópera rock Tommy de The Who, Sgt. Peppers de The Beatles y Send in the clows de un musical de Stephen Sondheim.
Tras Vértigo, dieron un gran salto al pasado con I will follow y Electric Co., con está última Bono demostró que también tiene su mal genio y tras golpear el micrófono contra un bafle cuando éste le empezó a fallar, terminó arrojándolo contra el suelo enfurecido. Elevation lo cantó a dúo con el público, con New years day puso a los 55.000 con las manos en alto, para con Beautiful day llamarlos "gente guapa". "Tenéis mucho corazón y grandes cojones", afirmó con I still haven' t found what I'm looking for y para City of blinding lights se llenó de luces el gran armazón plateado que formaba el gran escenario coronado con cuatro pantallas de vídeo, dos de ellas -buen detalle- dirigidas a los laterales.
Todo esto con continuos paseos de Bono, Adam Clayton, The Edge y Larry Mullen por las dos grandes pasarelas circulares, que dejaban en el centro a un grupo de privilegiados seleccionados entres los cientos de fans que hacían cola en la puerta desde ayer para acceder al césped del estadio.
Llamamiento solidario
Bono, ya sin gafas, dedicó a su padre, "una amante de la ópera", Sometimes you can't make it on your own. El momento hippie vino con Love and peace or else, con todo el campo haciendo la uve con los dedos de la maño, y el pacifista, cuando el cantante se puso -lo ha hecho en otras ocasiones- una cinta al pelo con la media luna, la estrella de David y la cruz, en nombre de las religiones islámica, judía y católica, apelando a la paz e interpretando Sunday bloody sunday.
Miss Sarajevo se lo dedicó a las víctimas y a sus familias de los atentados de Londres, Turquía, Egipto y, "sobre todo", de Madrid. Tras Pride (In the name of love), hizo un llamamiento a favor de Africa con Where the streets have no name y pidió el apoyo de España y el "presidente Zapatero" para acabar con el hambre allí. Agradeció a Penélope Cruz, que estaba entre los invitados, su lucha por esta causa y sacó a dos chicas al escenario con la pancarta Pobreza Cero.
Con One terminó el concierto oficial y vinieron los bises: Zoo Station, The fly, With or without youAll because of you, Yahweh y de nuevo Vertigo.
Babelia
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