Farruquito asume el atropello mortal de un peatón y argumenta que temió por su carrera

El bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, acusado de atropellar a un peatón a quien causó la muerte el 30 de septiembre de 2003, ha reconocido hoy los hechos y ha asumido toda la responsabilidad por el montaje urdido para culpar a su hermano menor de edad. En la primera jornada del juicio que se sigue contra él y otras cinco personas en el Juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla, Farruquito ha argumentado que trató de zafarse de la acción de la justicia porque temió por su carrera y porque mucha de su gente está a su cargo.

El bailaor ha declarado durante una hora y ha comenzado su testimonio con una sorprendente afirmación, cuando la juez le ha hecho la pregunta de rigor de si se declaraba culpable o inocente y respondió. "No sé si soy culpable o inocente", ha asegurado. Después Farruquito ha relatado que cuando ocurrió el atropello no circulaba a gran velocidad puesto que iba en segunda y ha añadido que intentó eludir al peatón dando un volantazo, pero la maniobra se vio dificultada porque eran dos personas las que cruzaban la calle y cada una salió huyendo en una dirección.

En contra de sus primeras declaraciones al ser detenido, cuando culpó al empresario O.B.P. -también procesado- de haber urdido un plan para culpar a su hermano menor de edad, hoy ha asegurado que la idea fue suya y ha explicado que se sorprendió de todo lo que "lo que contó" su hermano cuando se autoinculpó ante la Policía. El bailaor ha afirmado también que tras atropellar mortalmente a Benjamín Olalla cuando salía del Polideportivo San Pablo de Sevilla huyó del lugar del accidente porque tuvo "miedo a todo", al futuro de su carrera y a lo que le podía pasar a su gente si él "entraba en la cárcel".

Según su declaración, tras el atropello miró hacia atrás y comprobó que había cuatro o cinco personas atendiendo a la víctima, que alguna de ellas hablaba por móvil y otras le hacían gestos amenazantes con los brazos, por lo que se asustó y huyó, tras invadir el carril contrario. Farruquito conducía sin tener carné de conducir y sin seguro de su coche BMW, pero en su defensa argumentó que "sabía conducir perfectamente" y que pocos meses después aprobó "a la primera con sólo dos clases, aunque el profesor de la autoescuela tuvo que certificar" que dio "todas las reglamentarias".

El bailaor, arropado por una decena de familiares que no se separaron de él en ningún momento, ha declarado sereno aunque ha tenido que beber agua varias veces e incluso la juez le ha autorizado a sentarse, a petición de un abogado que constató "lo mal que lo está pasando". Farruquito ha desvelado además que, tras el atropello, volvió a pasar esa misma noche por el lugar del accidente y, al verlo despejado, pensó que no había sucedido nada grave, hasta que se enteró de la muerte del peatón por la prensa.

Dispositivo especial

Las defensas de los acusados han intentado en vano la suspensión de la vista tras la incorporación a las actuaciones de un auto de un juzgado de Málaga, de febrero de 2004, que autorizó las intervenciones telefónicas a uno de los policía procesados y que provocó que el juzgado de Sevilla retomara la investigación. La juez ha informado de que resolverá en sentencia la solicitada inconstitucionalidad de las escuchas. La acusación que representa a la viuda del peatón atropellado ha aportado por su parte un dictamen psicológico de ésta, que podrán rebatir en el acto del juicio los abogados de las defensas con sus preguntas y testificales propias.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha puesto en marcha un dispositivo especial para la prensa, en virtud del cual las sesiones del juicio serán transmitidas por circuito cerrado de televisión y señal de audio a una sala contigua, de la que los periodistas podrán entrar y salir libremente para transmitir sus crónicas, mientras que en la sala de audiencias sólo podrán estar los acusados y sus familiares. Unos cuarenta medios informativos se han acreditado para seguir el juicio, en su mayor parte periodistas de programas del corazón. La acusación particular que ejerce la viuda de la víctima solicita un total de ocho años de cárcel, mientras que la defensa pide una única condena por imprudencia pero rebajándola a la categoría de falta. La Fiscalía solicita además para Farruquito la retirada del permiso de conducir durante cuatro años, dos multas de 26.400 y 6.000 euros y la obligación de indemnizar a la viuda y padres del fallecido con 115.855 euros.