El retratista de la gente corriente
El éxito de 'Los chicos del coro' permite a su protagonista estrenar en España una película que salió en 2002
Era una cara desconocida en España hasta que se convirtió en el profesor melómano y bonachón de Los Chicos del Coro, pero el parisino Gérard Jugnot no es nuevo en el oficio del cine. De hecho, a sus 54 años, lo conoce muy bien: ha intervenido en casi 80 películas como actor, dirigido nueve, producido tres y escrito para 16. Se involucra tanto, que ha hipotecado dos veces su piso para producir nuevos proyectos. Esto fue, claro, antes del éxito mundial de Los Chicos del Coro, la película que le ha convertido en el actor mejor pagado de Francia, por encima de compañeros como Gérard Depardieu y Jean Reno. Otro rédito que ha sacado de participar en la película de Cristoph Barratier le trae ahora a España. Aquí estrena mañana su penúltima película como realizador, Monsieur Batignole, una tragicomedia sobre el colaboracionismo francés durante la Segunda Guerra Mundial, que no consiguió distribución en 2002, su año de salida en Francia. Nos habla de ella mientras fuma un puro habano: "Me gustan los grandes, cuánto más grande, más suave, y menos dañino para la salud", explica, gesticulando, este parisino que los periodistas se han empeñado en calificar de francés corriente: bajito, calvo, regordete y de ojos picarones, va vestido con camisa y pantalón de pinzas. Sólo unas Converse de cuero negro desentonan en un conjunto muy "normal".
FILMOGRAFÍA SELECCIONADA
Como director:
Boudu, 2005
Monsieur Batignole, 2002
Le meilleur espoir fémenin, 2000
Caiga quien caiga, mañana me caso!, 1996
Filmografía como actor
Los chicos del coro, 2004
Fantôme avec chauffeur, Bertrand Tavernier
Tandem de Patrice Leconte, 1987
Les Bronzés de Patrice Leconte, 1978
Herbie en Monte Carlo de Vincent McEveety, 1977
Des enfants gates, de Bertrand Tavernier,1977
"Yo hago películas de domingo por la tarde. Un cine de situación, como el de los filmes de mi infancia: Jean Renoir, Jacques Becker, Lino Ventura el que llega a mucha gente"
" ... en Francia tenemos un sistema muy fuerte, con muchas ayudas y promoción. Además, las televisiones nos financian el 50% del presupuesto de los proyectos y tenemos muchas salas de exhibición"
Pregunta. Muchos directores han tratado el tema de la Segunda Guerra Mundial, ¿qué aporta su revisión?
Respuesta. Es cierto, hay muchas películas y quizá sea pretencioso intentar mejorar lo que ya han contado otros, pero casi todos los filmes han sido dirigidos por judíos; me parecía interesante aportar la perspectiva de un no judío, de un gentil. Además, éste es un buen momento para hacerlo: hace 50 años, De Gaulle se esforzó por reconciliar Francia después de la guerra y difundió la idea de que todos los franceses habían sido héroes. Con el revisionismo, la postura cambió y resulta que todos éramos horribles colaboracionistas. Pero yo creo que ni una cosa ni la otra. El 5% eran héroes, el 5% villanos y el 90 % gente normal, que trataba de sacar el máximo provecho de la situación. Con esta película intento colocarme en ese momento histórico, pensar en cómo hubiera actuado yo. Creo que habría formado parte de ese 90% de mediocres, si prefiere llamarlo así.
P. Su abuelo era carnicero como el protagonista de la película, ¿su figura le ha impulsado a hacer Monsieur Batignole?
R. Mi abuelo murió en 1942, así que no pudo participar en el mercado negro, en el extraperlo. Siempre me he preguntado si yo habría permanecido al margen de los dos bandos, como él. Mi respuesta es esta película. En ella, el protagonista es Mr. Batignole, un carnicero que comienza colaborando con la ocupación nazi, pero que cambia de posición de la mano de un niño judío. El niño le educa hasta convertirle en un héroe. Lo interesante es esa confrontación de personajes en clave de humor.
P. Monsieur Batignole es una comedia clásica, usted siempre dice que le interesa el cine popular
R. Yo hago películas de domingo por la tarde. Un cine de situación, como el de los filmes de mi infancia: Jean Renoir, Jacques Becker, Lino Ventura el que llega a mucha gente. Tampoco puedo hacer otra cosa con mi materia prima: este físico Y mis influencias son anteriores a la nouvelle vague. Esta tendencia hizo cosas interesantes, pero cortó el cine en dos: la élite y el público, al que despreciaba. Yo intento unir a los dos, hacer algo más atemporal. Lo que se hace a la moda, también se pasa de moda. Nadie se acuerda ya de muchos directores que estaban en la cúspide.
P. Vuelve a trabajar con niños
R. Una locura. Aquí son tres, pero imagínese en Los Chicos del Coro ¡con 40! Con ellos me ayuda mi faceta de actor. Soy como un capitán de un equipo de fútbol, que además de dirigir el juego, participo. Y ellos ven que soy como cualquiera, que me equivoco; que si llueve, me mojo; que estoy cerca. No les miro desde el banquillo.
P. Siempre habla como actor
R. Me acerco a los proyectos como intérprete; colocándome en la situación del protagonista. Si el resultado de esta prueba es interesante, me embarco. Para dirigir hay que estar muy convencido del proyecto, son muchos meses con una sóla preocupación.
P. 330 películas francesas fueron exhibidas fuera de su país el año pasado ¿Por qué la industria de su país funciona mejor que la española?
R. Bueno, yo no creo que su cine funcione mal. Ustedes tienen a Almodóvar, Amenabar y ¿Cómo se llamaba el que hizo Jamón, Jamón?
P. Bigas Luna
R. Sí, eso. Lo que pasa es que en Francia tenemos un sistema muy fuerte, con muchas ayudas y promoción. Además, las televisiones nos financian el 50% del presupuesto de los proyectos y tenemos muchas salas de exhibición. Es más fácil distribuir las películas. Sólo en París hay más de 350 salas. ¡350! Se pueden ver muchas películas en 350 salas.
P. Hablando de España, baraja algún proyecto en nuestro país, ¿no?
R. No es nada cerrado. Llevo tiempo pensando en contrastar la negrura de la época de la Inquisición en España con la apertura de Francia en aquel momento y también me gustaría hacer Asterix en Hispania. Ahora acabo de estrenar en Francia mi última película, un remake de Boudu salvado de las aguas, de Rénoir, con Gérard Depardieu.
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