El tercer encierro de los 'sanfermines', el más lento y peligroso

Tercer día de encierros y tercera ganadería gaditana en los sanfermines. Si el miércoles y el jueves los encierros finalizaron, sorprendentemente, sin ninguna cogida por asta de toro hoy la suerte ha cambiado y al menos cuatro mozos han sido corneados. La carrera ha sido lenta, más de cuatro minutos, y muy peligrosa. Los toros han corrido poco agrupados, lanzando embestidas constantemente, y provocando muchos momentos de tensión.

Nueve personas han sido atendidas en diversos hospitales de Pamplona. El herido de mayor gravedad es el joven de 23 años Juan Vallbona Serra, de Sabadell (Cataluña), quien sufrió en el tramo de Mercaderes una cornada de quince centímetros en la cara interna del muslo izquierdo y permanece ingresado en el Hospital de Navarra con pronóstico "grave".

Las estadísticas de los encierros pamploneses hablan de una media de entre siete y nueve heridos por asta de toro, lo que supone algo más de uno por cada día de encierros.

El recorrido

El encierro comenzó a las 8:00 horas cuando toros y mansos abandonaron los corrales de Santo Domingo. En los primeros metros cumplieron su fama de veloces e imprimieron un ritmo rápido a la carrera, que obligó a los mozos a esforzarse en el primer contacto con los morlacos.

Un toro colorado abría el grupo y condujo sus hermanos hacia la plaza del Ayuntamiento, donde se empezaron a formar varios grupos, con tres toros en cabeza, que en su avance protagonizaron repetidos resbalones y caídas.

Tras pasar por la calle Mercaderes, donde se registró la cogida del corredor catalán, los cuatro primeros astados chocaron contra la valla colocada en la curva que da acceso a la calle Estafeta y cayeron al suelo, lo que hizo que la manada quedara ya totalmente disgregada.

Un burel colorado y otro negro fueron los primeros en entrar a la plaza y en ser introducidos a los chiqueros, mientras que el tercero entró con los cabestros a los corrales, y el cuarto hizo lo mismo sin demasiados problemas, al contrario que sus otros dos hermanos, que ya desde Telefónica se mostraron despistados y crearon momentos de gran peligro.

Estos dos toros se volvieron en numerosas ocasiones, resbalaron y cayeron, embistiendo repetidamente contra el vallado y derrotando contra los mozos, lo que obligó a los pastores a emplearse a fondo con sus varas.

Debido al elevado número de corredores que hoy se dieron cita en el encierro, en el callejón de acceso a la Plaza se registraron muchas caídas y se llegó a formar incluso algún pequeño montón,aunque al parecer sin consecuencias.

El despiste de los dos rezagados volvió a repetirse al entrar en la plaza, donde el toro negro cayó varias veces y el colorado llegó a quedar en un momento patas arriba en la arena e incluso derribó a uno de los dobladores. En la puerta de los chiqueros estos toros se resistieron a entrar junto a sus hermanos y se volvieron en repetidas ocasiones, aunque finalmente, dobladores y pastores consiguieron introducirlos.