Los Grammy latinos dejarán de celebrarse en Miami por temor a represalias contra artistas de Cuba

El sorpresivo anunció fue hecho el lunes por el presidente de la Academia Latina de las Artes y Ciencias de la Grabación (LARAS, por sus siglas en inglés), Michael Greene, que calificó la decisión de "muy difícil y desafortunada".

La organización temía una mala publicidad del evento ya que el exilio cubano amenazaba con manifestarse a las puertas del edificio donde iba a celebrarse la gala. Además, se teme no poder garantizar por completo la seguiridad de los artistas llegados de Cuba.

En este sentido, se recordaba pasados incidentes en conciertos de grupos cubanos en Miami, como la presentación de Los Van Van, al que manifestantes lanzaron piedras y botellas.

El alcalde de Miami había puesto sobre la mesa una solución salomónica que pretendía faciliar a los anticastristas su protesta, y a la vez establecer una zona de seguridad para proteger a los llegados de Cuba. Sin embargo, la organización la ha rechazado.

”Un golpe”

"Gran daño a Miami", titula hoy el diario en español El Nuevo Herald, que recoge impresiones de autoridades locales y empresarios sobre el "impacto negativo" que tendrá para la ciudad el traslado de

la ceremonia, mientras que un editorial del The Miami Herald califica la decisión como "un golpe".

Esta decisión representa un duro revés para las autoridades del condado de Miami-Dade y la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), que gestionaron durante meses traer el mayor evento de la música latina, el cual habría generado entre 30 y 35 millones de dólares de ingresos para el área.

Para algunos líderes comunitarios esta decisión también daña la imagen de Miami que aspira a convertirse en la capital de la música latina".

"Aquí no se le puede echar la culpa a los exiliados", ha dicho el alcalde del condado de Miami-Dade, el cubano-americano, Alex Penelas, quien -junto a un grupo de líderes locales incluido el presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana, Jorge Mas Santos- lideró una campaña para traer los premios a Miami.

La controversia surgió la pasada semana en torno al sitio donde se congregarían las más de un centenar de organizaciones del exilio cubano para protestar por la posible participación de artistas de Cuba en la entrega, por considerarlos representantes del gobernante cubano Fidel Castro.

Entre los siete artistas de la isla postulados figuran la cantante Omara Portuondo y Chucho Valdés e Irakere, aunque ninguno ha confirmado aún su asistencia.