Antonio Vercher, fiscal jefe de medio ambiente: “Hay ciudades en rebeldía ante las zonas de bajas emisiones”

Además de ser desde 2006 el fiscal de sala de medio ambiente y urbanismo de España, Antonio Vercher (70 años, Tavernes de la Valldigna, Valencia) es autor de ocho libros. En su última obra —Tropiezos éticos y prácticos en la protección penal del medio ambiente— hace un repaso a la evolución de la regulación en el ámbito al que ha dedicado una buena parte de su carrera. Recibe a EL PAÍS a finales de julio en su despacho de Madrid, desde donde trabaja desde hace casi dos décadas intentando coordinar el trabajo de los fiscales en la protección del medio ambiente.

Pregunta. ¿En estos 18 años se ha mejorado la gestión, prevención y persecución de los incendios forestales en España?

Respuesta. Creo que muchísimo y además creo que hay muchísima información al respecto, lo cual permite afrontar el problema con mayor solidez. Pero también hay bastante confusión cuando se preparan estadísticas y planes. En muchas ocasiones las comunidades autónomas ni siquiera utilizan la misma terminología. En cualquier caso, aunque se haya producido una mejora, creo que ocurre como con la violencia de género y otro tipo de delitos: desgraciadamente va a ser difícil de erradicar.

P. ¿Qué nos dicen los datos sobre los incendios?

R. Los datos nos dicen, por ejemplo, que el año pasado hubo menos incendios que muchos de los años anteriores. Sin embargo, hay más extensión de superficie afectada. También nos dicen que ahora los incendios entre enero y abril suben como la espuma, cosa que históricamente no había pasado.

P. ¿A qué lo vincula?

R. Seguramente, al cambio climático porque, evidentemente, ahora hay unas condiciones mucho mejores que antes para que se produzca la combustión. Y luego también influye la masa forestal. El otro día, documentándome para un caso, leía a un vecino de un pueblo que decía “ahora la maleza me llega hasta la puerta”. Antes eso no pasaba, las zonas rurales estaban más pobladas.

P. ¿Y los ayuntamientos están cumpliendo con los planes de prevención que deben tener cuando están en zonas forestales?

R. Históricamente, la Fiscalía General del Estado y los miembros del Ministerio Fiscal nunca han actuado con perspectiva de prevención. Es decir, aplicas el Código Penal cuando se comete un delito y se acabó. No vas actuando para que la gente no cometa homicidios, para que la gente no cometa robos… Entre otras cosas, porque no es nuestro rol. Pero un año antes de la creación de la Fiscalía de Medio Ambiente, en 2005, se dictaron unas instrucciones en las que se señalaba que no tenemos competencias en capacidad preventiva, pero sí podemos tomar iniciativas para asegurar que las perspectivas preventivas que introduce la administración se cumplan. Esto ha dado lugar con el paso de los años a iniciativas tales como el control de los vertederos descontrolados, algo que, por ejemplo, afecta mucho a los municipios que en el verano multiplican su población.

P. ¿Y cuál es la situación de los planes de prevención de incendios? ¿Tienen monitorizados cuántos ayuntamientos están cumpliendo?

R. No tenemos medios para poder determinar eso. Nosotros lo que hemos hecho en muchas ocasiones es recordarle a los ayuntamientos, sobre todo los que están en las zonas más conflictivas, que tienen la obligación de tener planes de prevención y de implementarlos, cumplirlos. Y lo que estamos viendo en la práctica es que se producen cambios. De hecho, el año pasado hubo menos incendios que el año anterior, y la tendencia es esa. Ahora, lo que resulta ya más difícil es controlar las superficies afectadas. Porque tú puedes conseguir menos incendios, pero si luego tienes afectada una extensión superior, pues apaga y vámonos.

P. Respecto a esa perspectiva preventiva de la que hablaba, las ciudades de más de 50.000 habitantes de España deberían contar desde enero de 2023 con zonas de bajas emisiones, pero...

R. Hay ciudades en situación de rebeldía ante las zonas de bajas emisiones; y dicen que no les da la gana y punto.

P. ¿Pero cómo es posible eso?

R. Existe una vía contencioso-administrativa que se podría seguir contra esas instituciones, porque es una obligación legal, que no constituye delito, es una obligación de carácter estrictamente administrativa.

P. ¿Y cómo se puede declarar en rebeldía un alcalde con algo que afecta directamente a la salud de sus vecinos?

R. Creo que el problema no es ese, el problema es que hay vecinos que votan a quien se permite declararse en rebeldía. El problema es que hay quien vota a quien es capaz de adoptar esa actitud.

P. Y que no comprenden que lo que está en juego es su salud.

R. Eso es. El problema con la temática ambiental es que la relación entre la acción y el resultado no es inmediata. Con lo cual la gente pasa del tema. Si a ti te apuñalan, la causa es el cuchillo y la acción de la mano del hombre, y el efecto es la herida en el hígado. Pero si te mueres a los cinco años de estar respirando contaminantes por una enfermedad relacionada con esa contaminación, la respuesta generalmente es decir de algo hay que morir.

P. Cada vez confluyen más el medio ambiente y la salud.

R. Sí. Realmente el medio ambiente es salud.

P. Es lo que en muchas ocasiones los expertos comentan respecto al cambio climático: lo que realmente está en riesgo es la humanidad y no el planeta.

R. Sí, sin duda. Cualquier paleontólogo te dirá que al medio ambiente se la traemos al pairo. La naturaleza va a seguir, cambiada, pero va a seguir funcionando. El problema lo tenemos nosotros, que necesitamos unas condiciones muy determinadas para poder sobrevivir y las estamos alterando permanentemente.

P. ¿Y qué se puede hacer desde el ámbito de la fiscalía?

R. La fiscalía tiene unas competencias concretas y esas competencias las estamos estirando para facilitar que se puedan obtener soluciones. Cada año introducimos aspectos nuevos. Por ejemplo, el tema de los drones para el control de incendios. Lo que estamos planteando es a todo tipo de organismos que tenga colaboración con nosotros que tenga drones que los utilicen para que la ciudadanía sepa que hay control. Muchas veces parte del problema reside en que puede parecer que hay tolerancia, abandono o dejadez ante delitos.

P. ¿Para qué se usarían los drones?

R. Simplemente, para controlar, por ejemplo, la realización en un vertido, o incendios forestales o el abandono de basura en lugares difícilmente accesibles.

P. ¿En qué quedó el vertido de pellets de principios de año en la costa gallega?

R. El vertido luego se vio que tenía muy poca entidad. Se han hecho pruebas e investigaciones de las unidades técnicas correspondientes y se comprobó que era simplemente un contenedor. Además, había estudios contradictorios sobre la peligrosidad que tenía el vertido. Por lo tanto, su importancia ha quedado reducida a lo mínimo, y si no está archivado el caso, está a punto de ser archivado. Sí se sigue adelante el tema de los vertidos de Tarragona.

P. Porque en ese caso es algo diferente, son vertidos de empresas continuados en el tiempo…

R. Sí, totalmente, y además desde hace muchísimo tiempo.

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