España, un actor de peso en las negociaciones de la cumbre del clima de Dubái

En la cumbre del clima de este año, la COP28 que se celebra hasta el 12 de diciembre en Dubái, España parte como un actor de peso en estas negociaciones auspiciadas por Naciones Unidas. Los Veintisiete miembros de la Unión Europea negocian como un bloque en este tipo de citas, lo que hace que la Comisión Europea tenga un papel relevante. Pero, además, también tiene un rol destacado el país que ostenta la presidencia del Consejo de la UE, y a España le toca en este semestre. De hecho, la directora de la Oficina de Cambio Climático española, Valvanera Ulargui, ya tomó la palabra en la jornada inaugural en nombre de los Veintisiete.

Lo hizo para anunciar que los miembros de la UE, en su conjunto, aportarán al menos 225 millones de euros al nuevo fondo de pérdidas y daños destinado a los países más vulnerables a los efectos presentes y futuros de la crisis climática. Pero Ulargui aclaró que serán los líderes de cada Estado europeo los que durante este viernes y sábado concreten sus contribuciones a un fondo que los países en desarrollo reclaman desde hace años, pero que no se ha cerrado hasta esta cumbre de Dubái.

El presidente español, Pedro Sánchez, será uno de esos líderes europeos que participarán este viernes en la COP28. Su intervención en el plenario, en el llamado segmento de alto nivel de la cumbre, está prevista para las 18.00 hora local (las 15.00 en España). Aunque durante todo el día participará en varios actos en los pabellones de la COP28, entre ellos, en el que ha montado el Gobierno de España para esta cita.

Sánchez anunciará una cifra importante de contribución a ese fondo, según fuentes gubernamentales. En la cita faltan algunos presidentes clave, como el de EE UU y China, que acumulan juntos el 41% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero el español no ha faltado a ninguno de estos encuentros —es su quinta COP—, que son un momento importante para reivindicar el papel de España como un país que claramente apuesta por este tipo de políticas, tanto que tiene una vicepresidencia de transición ecológica, algo poco habitual. Justo antes de viajar, en una entrevista en TVE, Sánchez ha reivindicado que precisamente lo que pasó en España el pasado 23 de julio es que la mayoría de los ciudadanos votaron para que no llegara al Gobierno la ultraderecha, que está creciendo en todo el mundo —citó los casos recientes de Argentina, Holanda o Italia— y que rechaza las políticas para hacer frente al cambio climático.

Para el presidente español este es un eje de la política de su Gobierno y por eso aprovechará varias citas que tiene este viernes para consolidar esta imagen de líder comprometido con la lucha contra el cambio climático y con el multilateralismo. Sánchez además se verá en Dubái con Lula Da Silva, el presidente brasileño, justo en el momento en que se está intentando cerrar el acuerdo de Mercosur, a pesar de los recelos del presidente electo argentino, el libertario Javier Milei, que toma posesión el 10 de diciembre. Además de la cumbre, Sánchez intervendrá en otros foros relacionados que se han convocado estos días en Dubái para aprovechar la presencia de los líderes. El presidente se reunirá además con representantes de Cepsa y Maersk para impulsar el hidrógeno verde en España, uno de los grandes objetivos del Gobierno español, y en otra cita sobre la Alianza Internacional de Resiliencia frente a las Sequías, que promovieron España y Senegal y ya tiene 60 países implicados.

Líder en renovables

España llega a la cumbre con las credenciales climáticas de ser uno de los líderes europeos y globales en la instalación de renovables, principalmente, en el caso de la fotovoltaica. Además, llega también con un cierre casi total —y relativamente pacífico— de la generación de electricidad con carbón, la forma más sucia y que más contribuye al calentamiento global de producir energía. En el lado más negativo está el incremento en el uso de otro combustible fósil, el gas natural, y el retraso respecto a otras potencias en la expansión del transporte eléctrico.

Sánchez estará acompañado por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, una experta en las negociaciones climáticas de la ONU y de la que se espera que tenga un papel protagonista, que se verá afianzado por la presidencia española de turno del Consejo de la UE. Cada día, los países europeos se reúnen a las 8.00 para coordinar sus posiciones y salir a negociar juntos. Este año, esa sesión estará presidida por Ribera.

En esta cumbre se debe realizar un balance de los esfuerzos que todos los países han hecho desde el Acuerdo de París de 2015 contra el cambio climático. Y, como todavía son insuficientes para que el calentamiento global se quede dentro de los límites lo menos catastróficos posibles, se necesita una ruta clara para incrementar esos esfuerzos. La UE y, por lo tanto, España, defienden que en esta conferencia se haga un llamamiento explícito a triplicar la potencia renovable de aquí a 2030. Esa es la parte sencilla. La complicada es lograr un llamamiento a eliminar el uso de todos los combustibles fósiles, que defiende Europa y otros países ambiciosos, pero que despierta muchas dudas en los países petroleros y más dependientes del carbón. Según la visión española, esta es la COP más importante desde el Acuerdo de París, y por eso Ribera se quedará varios días en Dubái para intentar lograr sacar el máximo rendimiento posible al encuentro, pese a los recelos que ha generado el hecho de que la cita se produzca precisamente en una de las grandes capitales del petróleo.

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