Crisis climática en España: la primavera se cierra como la más cálida y la segunda más seca de la serie histórica

El cambio climático, como llevan años advirtiendo los científicos, no implica solo un aumento de las temperaturas medias en el planeta. Esta crisis desencadena también eventos extremos, que en muchas ocasiones se combinan. Y esta primavera meteorológica (de marzo a mayo) en España es un claro ejemplo, al coincidir el calor extremo y la falta de precipitaciones. Porque, según ha detallado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) este martes, esta primavera ha sido la más cálida de la serie histórica, además de la segunda más seca.

Las temperaturas medias de la primavera de 2023 han estado 1,8 grados Celsius por encima de lo normal, tomando como referencia el periodo comprendido entre 1991 y 2020. Y 0,3 grados por encima de la última primavera más calurosa registrada hasta la fecha, la de 1997. “Nos estamos acostumbrando ya a los récords”, ha explicado Rubén del Campo, portavoz de Aemet. Por ejemplo, en los últimos 12 meses, tres de las cuatro estaciones han sido de récord: el verano de 2022, el otoño de 2022 y la primavera de 2023 han sido los más cálidos de las registradas hasta ahora.

En el caso de la España peninsular, la temperatura media de la primavera ha estado 1,8 grados por encima de lo normal; en Baleares, 0,7; y en Canarias, 1,9. “Marzo y abril fueron muy cálidos, y mayo fue normal”, ha recordado Del Campo.

La otra cara de esta emergencia climática es la falta de lluvias. “La de este año es la segunda primavera más cálida de la serie histórica”, ha apuntado este portavoz de Aemet. Y, aunque en las últimas semanas se han sucedido las lluvias, el problema está lejos de solucionarse. Porque España arrastra en su conjunto una situación de “sequía de larga duración” y la esperanza para intentar revertir la situación está puesta ya en el otoño. Tanto en el caso de las temperaturas como de las precipitaciones, la serie histórica que se toma como referencia arranca en 1961.

Verano cálido

Aemet también ha realizado este lunes una proyección sobre lo que se espera para junio, julio y agosto. Estrella Gutiérrez, miembro también de esta agencia estatal, ha apuntado que existe una “alta probabilidad” de que España vaya a vivir de nuevo un verano más cálido de lo normal, sobre todo en la mitad oriental del país y en los archipiélagos. Los modelos apuntan a que existe entre un 50% y un 70% de posibilidades de que este verano vaya a ser uno de los cinco más calurosos de los registrados en el periodo comprendido entre 1993 y 2010.

Respecto a las lluvias, Gutiérrez ha explicado que los modelos apuntan a que podría ser un verano más lluvioso que la media. Pero, como ha señalado Del Campo, muy previsiblemente esto no solucionará el problema de la sequía en España, porque la cantidad de agua que cae en el estío es muy baja. Era precisamente en la primavera —y en el otoño pasado— cuando deberían haberse recargado los acuíferos y embalses, que ahora están ahora al 47,42% de su capacidad, más de 20 puntos porcentuales por debajo de la media de los últimos 10 años.

Un 2022 también de récord

Aemet ha presentado también el informe sobre el estado del clima de España referido a 2022, que también se cerró como un año de récord. Porque el pasado año fue el más cálido en España, también de la serie histórica, además de ser un año muy seco. A ello se le unieron los 41 días en los que la España peninsular y Baleares estuvieron oficialmente en situación de ola de calor, algo nunca registrado con anterioridad en el país.

A esta situación se sumó que las temperaturas de las aguas marítimas españolas alcanzaron temperaturas sin precedentes y otros fenómenos meteorológicos extremos muy destacados, “como la importante entrada de polvo en suspensión en marzo, o fenómenos locales, pero muy intensos, relacionados con las tormentas en verano”, ha añadido Aemet este miércoles a través de una nota.

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