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El cambio climático alimentó el calor extremo en la India que ya afecta al suministro global de trigo

El país ha suspendido la exportaciones del cereal ante la caída de la producción debido a las altas temperaturas y la falta de lluvias

Sacos de trigo en un vagón de tren parado el jueves en una estación de la ciudad india de Khanna, en el Estado de Punjab.
Sacos de trigo en un vagón de tren parado el jueves en una estación de la ciudad india de Khanna, en el Estado de Punjab.SAJJAD HUSSAIN (AFP)
Manuel Planelles

Puede que una ola de calor extremo como la que sufrieron los habitantes de India y Pakistán hace unas semanas suene a algo exótico y remoto, pero nada más lejos de la realidad. Porque sus efectos amenazan el suministro global de trigo, en jaque ya por la invasión de Ucrania. Un estudio en el que han participado 29 expertos internacionales concluye que una ola tan temprana, intensa y duradera como la vivida en este subcontinente en marzo y abril ha sido “más caliente y probable” debido al proceso de cambio climático que vive el planeta por la acción del ser humano. Los gases de efecto invernadero que expulsa la economía mundial, enganchada todavía a los combustibles fósiles, se acumulan en la atmósfera y generan un cambio climático que hace más frecuentes e intensos estos fenómenos meteorológicos extremos.

El estudio presentado este lunes recuerda que la ola de calor causó al menos 90 muertes en India y Pakistán. Fuera de estos dos países los efectos también se notarán, porque amenaza con acrecentar la crisis global del suministro de trigo provocada por la invasión rusa de Ucrania, uno de los grandes productores mundiales de este cereal hasta que estalló el conflicto. Aditi Kapoor, una de las expertas que ha participado en el estudio, explica que entre los aspectos más problemáticos de esta ola está el momento tan temprano en el que se produjo, en marzo y abril, cuando los cereales de invierno están en pleno crecimiento. Al calor se le unieron además unas lluvias muy por debajo de lo normal para esa época. Los primeros análisis apuntan a una caída del 20% en el rendimiento de trigo en la India este año debido al calor, añade Kapoor. Y esto tendrá “impactos en los países importadores”, detalla esta especialista que trabaja para el centro de investigación del cambio climático de la Cruz Roja.

Ante el bloqueo de las exportaciones desde Ucrania por la guerra, la India —que es el segundo productor mundial de trigo, aunque la mayoría de sus cosechas son para consumo interno— se había propuesto aumentar sus ventas al exterior. Pero los planes de la India se han ido al traste: el 13 de mayo el Gobierno, preocupado por el abastecimiento nacional, prohibió todas las exportaciones de trigo. “Esto ya está ejerciendo más presión sobre los precios mundiales de los alimentos y la seguridad alimentaria”, recuerda el informe internacional presentado este lunes. India había calculado antes de la ola de calor que estaría en disposición de exportar hasta diez millones de toneladas de trigo, “lo que habría ayudado a compensar el déficit causado por la invasión rusa de Ucrania”, concreta el estudio.

Además, la escasez de carbón en la India, también vinculado a la ola de calor, provocó cortes de energía que limitaron el acceso al aire acondicionado y ventiladores, lo que agravó todavía más los impactos en la salud. Esto obligó “a millones de personas” a limitar la actividad a la madrugada y la noche para evitar el calor.

Los investigadores que han elaborado este estudio forman parte del World Weather Attribution (WWA), un grupo de científicos que intenta establecer los vínculos entre el cambio climático y fenómenos meteorológicos concretos. Este tipo de eventos, como las olas de calor y las inundaciones, siempre se han dado en el planeta. Pero los científicos alertan desde hace años de que el cambio climático actúa como combustible y los hace más intensos y frecuentes.

Un trabajador bebía agua el jueves mientras cargaba un tren con sacos de trigo en una estación de Khanna, India.
Un trabajador bebía agua el jueves mientras cargaba un tren con sacos de trigo en una estación de Khanna, India. SAJJAD HUSSAIN (AFP)

Esa es la teoría general. Y el gran salto que se ha dado en los últimos años en la ciencia climática es, precisamente, la atribución de fenómenos concretos al calentamiento global, gracias a los avances en el cómputo de datos y también al incremento del número de eventos extremos. Lo que se calcula son las probabilidades de que un episodio concreto se hubiera dado si no existiera el cambio climático. Y en el caso de la ola de Pakistán e India el calentamiento ha hecho aproximadamente 30 veces más probable que suceda algo así de extremo en esa época del año. Esto significa, según el informe del WWA, que un fenómeno así “habría sido extraordinariamente raro sin los efectos del cambio climático inducido por el hombre”.

Además, los expertos han llegado a la conclusión de que “el mismo evento habría sido aproximadamente un grado Celsius más frío en un clima preindustrial”, es decir, antes de que el planeta empezase a calentarse debido a los gases de efecto invernadero expulsados por la actividad humana, según ha recordado Krishna AchutaRao, otro de los autores del estudio, en una conferencia de prensa telemática. Friederike Otto, del Imperial College de Londres y una de las coordinadoras del WWA, explica que un grado en el contexto de Pakistán e India supone “una enorme diferencia” para el bienestar “de los seres humanos y los ecosistemas”.

Marzo fue el más caluroso en la India desde que comenzaron los registros hace 122 años, recuerda WWA, y tanto en este país como en Pakistán se vieron registros de temperaturas récord. Además, marzo también fue extremadamente seco, con un 62% menos de lluvia de lo normal en Pakistán y un 71% por debajo de lo normal en la India. Todo esto influyó en la reducción de la productividad del trigo, que ahora amenaza con disparar todavía más los precios de los alimentos, un enorme golpe para las naciones que tienen menos recursos económicos para competir por los cereales en los mercados internacionales.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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