En las entrañas del incendio de Ávila: “Vivimos mucha tensión, con las llamas muy cerca de las casas”
El fuego ha calcinado ya 12.000 hectáreas, lo que lo convierte en el más grande de España en lo que llevamos de año
En Navalmoral de la Sierra (Ávila), vecinos y veraneantes observaban este lunes entre expectantes y asustados las llamas que se acercaban al pueblo cercando la iglesia y arrasando el pinar que cubre la montaña. No se ha dormido en el pueblo. Fidela Nieva, de 71 años, aguardaba sentada en un banco a la entrada del pueblo, junto a su hija, alrededor de las dos de la tarde de este lunes con la maleta dentro del coche. Las dos habían abandonado su vivienda cuando se incendió el pinar. “Nuestra casa está justo enfrente y era muy arriesgado esperar más”, señala. “Ayer [por el domingo] por la noche ya se veía el fuego, pero al otro lado y no había viento y parecía que no iba a bajar, pero esta mañana ha comenzado a soplar y las llamas se han plantado al lado de las casas en un momento”, describe Fidela mientras el fuego se acercaba a la iglesia de forma muy peligrosa y los helicópteros intentaban contenerlo.
Cinco de estos aparatos, bomberos y la Unidad Militar de Emergicias (UME) luchaban contra uno de los frentes que continuaba activo del incendio que se inició en la zona de Navalacruz y Cepeda de la Mora (Ávila), el sábado, y que lleva calcinadas ya unas 12.000 hectáreas, lo que lo convierte en el más grande de España en lo que llevamos de año. Probablemente serán más. “Vivimos situaciones de mucha tensión, con las llamas muy cerca de las casas”, explica Pilar Galán, la alcaldesa de Riofrío, un pueblo que fue evacuado el domingo. A última hora de la tarde de este lunes continuaban activos dos frentes en el flanco sur, en la zona del Alberche, y el fuego seguía ardiendo.
El incendio, provocado por la avería de un vehículo que se quemó en el kilómetro 38 de la N-502, al lado de Cepeda de la Mora, a las 10.44 del sábado, obligó a desalojar el domingo ocho pueblos de los municipios de Solosancho, Riofrío y Sotalbo, que pudieron regresar este lunes por la mañana a sus hogares cuando se consiguió estabilizar el fuego en esa zona. El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, explicó este lunes que había “sido la tormenta perfecta”. Confluyeron tres factores: temperaturas cercanas a los 40 grados, récord en la zona, en plena ola de calor en toda España, una humedad inferior al 30% —que llegó a ser del 4%— y vientos sostenidos de entre 40 y 45 kilómetros por hora con rachas de 60 kilómetros por hora.
Marisa Chirivete, de 70 años, otra vecina de Navalmoral de la Sierra, lamenta: “Es una pena, hace unos 20 años se quemó la parte derecha del pinar y ahora que se estaba regenerando se vuelve a quemar”. Y continúa: “Hemos estado en un duermevela esta noche, a las seis y pico de la mañana estaba incandescente, pero luego han empezado a aparecer pequeños focos por todas partes”. Esta vecina ya tiene la maleta hecha: “He metido lo esencial, por si nos tenemos que ir”, dice. A última hora de la tarde decidió marcharse con su hija y su yerno aunque no se había evacuado el pueblo: “Hay viento cambiante y da mucho miedo seguir aquí”.
Muchos otros no esperaron tanto. En la gasolinera de un pueblo cercano han notado una mayor afluencia de coches repostando. Florencio Nieva, vecino de toda la vida del pueblo, ve el futuro muy negro: “Vamos por muy mal camino, antes cuando se sembraban los campos esto no pasaba”, dice, mientras observa el ir y venir de bomberos y medios aéreos. A su espalda varios vecinos forman una cadena para descargar botellas de agua de un camión.
Cuadrillas ciudadanas
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha explicado este lunes que los incendios forestales están entre los efectos “más dramáticos” del calentamiento global. “Es una realidad probablemente con la que estamos llamados a convivir en esta descripción de cuáles son los efectos más dramáticos del cambio climático en los países de clima mediterráneo. Sabemos que grandes eventos meteorológicos extremos, temperaturas extremas con olas de calor cada vez más recurrentes, junto con unas alteraciones significativas de la pluviometría ponen de manifiesto hasta qué punto grandes incendios, sequía y desertificación forman parte ya de esos efectos del cambio climático contra los que debemos combatir”, ha apuntado.
El viento obligó a evacuar el pequeño municipio de Riofrío, con una población de 100 habitantes que se triplica en verano, a las 12.30 del domingo. A pesar de que no ha habido orden oficial que lo recomendara, algunos vecinos regresaron este lunes cuando parecía que lo peor ya había pasado. Pese a que los medios aéreos se habían retirado, los vecinos se continuaron organizando en cuadrillas para apagar los conatos de fuego. En uno de estos lugares, en medio del campo, unos 50 vecinos de todas las edades formaban una cadena para echar tierra con palas y arrojar agua en una zona todavía humeante.
“Aquí los medios [de extinción] han desaparecido y estamos nosotros apagando el fuego”, comenta Miguel Jiménez, de 70 años. Él nunca ha visto algo semejante. “Y soy de aquí”, añade. No le parece bien que los evacuaran. “Podíamos haber ayudado a hacer cortafuegos, a apagar las llamas, como estamos haciendo ahora”, prosigue. Muchas de las personas que regresan al pueblo a pasar el verano no han vuelto después de la evacuación y de los que han regresado muchos “no se han acostado desde ayer [por el domingo] y lo que nos queda”, apunta Laura Hernández mientras avanza para extender la cadena humana porque el fuego amenaza con surgir unos metros más allá de lo que han conseguido apagar.
Mientras, en la plaza del pueblo, frente al Ayuntamiento, la voz de la alcaldesa continúa elevándose para formar las brigadas de 10 personas que cuidarán de que el incendio no se reavive en ningún punto. Según la Junta de Castilla y León, se prevé la “estabilización general del perímetro”, de unos 80 kilómetros, durante las próximas horas, aunque eso no significa su control.
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.