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Lanzado con éxito el SpainSat NG I, un avanzado satélite para garantizar comunicaciones seguras al Ejército español

España entra en la élite espacial con el lanzamiento de un aparato avanzado que prestará servicio al Gobierno y a las Fuerzas Armadas, a naciones aliadas y a la OTAN

Imagen tomada por SpaceX del cohete Falcon 9 despegando en Cabo Cañaveral con el SpainSat NG I.
Isabel Rubio

España ha hecho historia esta madrugada. El satélite SpainSat NG I ha despegado con éxito desde Cabo Cañaveral a las 2:34 de este jueves, hora peninsular española, a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa privada SpaceX. Este lanzamiento marca un hito para la industria espacial española: uno de los satélites más avanzados del mundo ofrecerá comunicaciones seguras a las Fuerzas Armadas y al Gobierno, así como a naciones aliadas y organismos internacionales. Con el SpainSat NG I, España se convertirá en el quinto país europeo capaz de proporcionar este tipo de comunicaciones a la OTAN.

La expectación crecía este miércoles en Cabo Cañaveral a medida que las nubes matutinas daban paso a un cielo despejado. A nueve horas del lanzamiento, comenzaba la cuenta atrás, un proceso meticuloso en el que se verificaban miles de parámetros del cohete y el satélite. Hasta que a las 20:34 de este miércoles en Florida ha llegado el momento culminante: un estruendo ensordecedor ha sacudido el centro espacial Kennedy mientras el Falcon 9 se elevaba rápidamente, iluminando el cielo con lo que a simple vista parecía una bola de fuego. La separación crucial se ha producido más adelante, cuando el satélite se ha liberado de la segunda etapa del lanzador para emprender su travesía en solitario y ascender hacia su órbita definitiva, un viaje que se espera que dure unos cinco meses y medio.

El lanzamiento de este satélite es el hito más importante de la industria espacial de España, según Miguel Ángel García Primo, CEO de Hisdesat: “Es el programa más ambicioso que hemos acometido hasta ahora”. Según explica, la inversión inicial asciende a unos 850 millones de euros. Una cifra que aumenta notablemente si también se tienen en cuenta los gastos operativos a lo largo de la vida útil del programa. “Estamos hablando de unos 20 años y una movilización de dinero del orden de 2.000 millones de euros”, indica. De esta cantidad, el Ministerio de Defensa asume el 70% e Hisdesat, el 30% restante. Ismael López, CEO de Thales Alenia Space en España, asegura que “nunca se había puesto un satélite español en órbita de esta envergadura y complejidad”.

El SpainSat NG I tiene un peso de 6,1 toneladas, una altura de 7,2 metros y una envergadura de más de 40 metros si se incluyen los paneles solares que se desplegarán en órbita. Más allá de sus dimensiones, destaca su enorme potencial: “Se trata del satélite más avanzado de comunicaciones seguras de Europa y se sitúa entre los más innovadores del mundo”. “Estamos en el top 5 mundial y el top 4 europeo”, añade García, que destaca que fuera de Europa, solo Estados Unidos supera a España en comunicaciones seguras por satélite. “Con ellos nadie puede competir”, reconoce.

“Ha sido un completo éxito”, ha asegurado emocionada la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, unos minutos después del lanzamiento ante un grupo de periodistas españoles en el centro espacial Kennedy. Acto seguido ha advertido que “el país que no esté en el espacio va a perder una carrera fundamental de progreso”. Una carrera “muy competida” y que requiere “altos recursos financieros”.

A prueba de espías

Este satélite es uno de los dos que forman parte del programa SpainSat NG, operado por Hisdesat, la compañía que ha invitado a EL PAÍS a Cabo Cañaveral. “En un mundo de incertidumbre y crisis, van a proporcionar soberanía y autonomía estratégica a España, lo que permite la no dependencia de terceros”, afirma Raquel González Sola, responsable de Space Systems en Airbus en España. Según destaca, estos satélites multiplican por más de diez la capacidad de comunicaciones de la generación anterior, “lo que al fin y al cabo significa la posibilidad de transmitir más datos en menos tiempo”.

El objetivo del SpainSat NG I y del SpainSat NG II es proporcionar comunicaciones seguras a las Fuerzas Armadas —tanto en España como en el extranjero— y dar servicio a los aliados internacionales a partir del segundo semestre de 2025. También ofrecerá soporte a la Comisión Europea, dentro del programa GOVSATCOM, y a la OTAN. “Será la primera vez que España aporte capacidad de comunicaciones seguras por satélite a la OTAN”, subraya García. Hasta ahora solo cuatro países de la alianza habían logrado cumplir los exigentes requisitos necesarios para ofrecer este tipo de comunicaciones: Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia.

Las Fuerzas Armadas españolas están presentes en 16 misiones en el exterior con hasta 3.000 militares y guardias civiles desplegados en cuatro continentes. Para llevar a cabo estas misiones, García considera imprescindible “disponer de la capacidad de mando y control sobre todos esos efectivos de manera segura, inviolable y libre de interferencias”. “Todos los sistemas de control dependen tanto de las comunicaciones que quedarse ciego, sordo y sin información marca la diferencia entre una operación exitosa o un desastre de grandes proporciones”, ha afirmado Valcarce.

El SpainSat NG I ha sido diseñado precisamente para garantizar comunicaciones seguras en las Fuerzas Armadas, permitiendo que los militares mantengan el contacto con distintos organismos y sus familias sin riesgo de interrupciones o escuchas no autorizadas. “El satélite incluso está protegido contra el pulso electromagnético que puede generar una explosión nuclear en la alta atmósfera”, indica el CEO de Hisdesat.

El SpainSat NG I también puede resultar útil en emergencias como la DANA de Valencia, incendios, terremotos u otros desastres naturales. Así lo indica García, que destaca que, al estar en órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de altura, no se ve afectado por estos fenómenos. Esto lo convierte en una herramienta esencial para restablecer las comunicaciones de manera inmediata en situaciones de emergencia.

Un satélite con sello español

El 45% de todas las piezas que lleva el satélite han sido fabricadas en España. “Para ponerlo en perspectiva, en programas anteriores como el SpainSat y el Xtar-Eur, que serán reemplazados por estos nuevos satélites, la participación industrial nacional apenas alcanzó el 21%”, explica García. En España no solo se han fabricado las piezas “más complejas” y se ha integrado toda la carga útil del satélite, sino que “por primera vez se ha definido, desarrollado, diseñado e integrado un módulo de comunicaciones completo”.

El satélite ofrecerá una mayor capacidad de comunicaciones gracias a su capacidad para operar en tres bandas de frecuencia: X, Ka Militar y UHF.“Hoy en día tenemos solo la banda X y ahora vamos a tener las tres simultáneamente y, además, cada una de ellas con unas capacidades muy superiores a las actuales”, ha expliado Basilio Garrido, director de operaciones y programas de Hisdesat. Thales Alenia Space ha desarrollado las cargas útiles de comunicaciones en las bandas UHF y Ka militar y ha integrado el módulo de comunicación del satélite en sus instalaciones de Tres Cantos, en Madrid. “Estamos hablando de un módulo de más de dos toneladas de peso y seis metros de altura, equipado con tecnología puntera en el ámbito de las comunicaciones espaciales, conformado por cientos de sofisticadas unidades electrónicas”, explica López.

Para García, el elemento más destacable del satélite es el sistema de antenas activas de transmisión y recepción en banda X, que describe como “las más avanzadas e innovadoras en Europa”. Este sistema ha sido desarrollado por Airbus Defence and Space en sus instalaciones de Getafe. Los satélites de comunicaciones tradicionalmente se diseñan para establecer comunicaciones entre puntos de la Tierra fijos o con una flexibilidad limitada, según González. Sin embargo, con estas antenas, los satélites “son capaces de cambiar la zona de cobertura en la Tierra y adaptarse a las necesidades de cada momento”.

“Por ejemplo, si es necesario establecer una comunicación entre dos o más ubicaciones que no estaban previstas, con un satélite tradicional sería muy complicado, casi imposible”, comenta la experta. En cambio, en el caso del SpainSat NG, las antenas se pueden configurar de forma remota, lo que permite que se adapten y orienten según las necesidades de última hora. Este ajuste se realiza de forma electrónica, haciendo posible que las antenas cambien de ubicación “miles de veces por segundo”.

El viaje de un satélite gigantesco

El ensamblaje final del SpainSat NG I se realizó en la fábrica de Airbus en Toulouse, en Francia. Allí se unió el módulo de servicio con el módulo de comunicaciones. Transportar un satélite de estas dimensiones supone un desafío. Podría hacerse con un barco o un avión, según García. En este caso, el SpainSat NG I fue transportado en uno de los aviones de carga más grandes del mundo: un Antonov AN-124. “Lo llevamos en un contenedor muy especial, una especie de sarcófago superprotegido enorme”, explica el CEO de Hisdesat.

El satélite llegó a Cabo Cañaveral el pasado 9 de enero. A partir de ese momento, el contenedor fue trasladado a la sala limpia del Pilot Processing Facility (PPF, por sus siglas en inglés), el edificio destinado al procesamiento de cargas útiles. Allí se realizaron ensayos para asegurarse de que el satélite no había sufrido daños durante su transporte en avión. Las operaciones conjuntas con SpaceX comenzaron verificando la interfaz del satélite con el adaptador del lanzador. Una vez confirmada la conexión, el satélite fue encapsulado en la cofia del lanzador, que es similar a una ojiva de misil, según detalla García. Después el satélite fue transportado a la torre de lanzamiento para su despegue.

Si de algo depende el éxito del lanzamiento, es de que “el lanzador se separe correctamente del satélite y lo deje donde queremos que lo deje”. En 2024 Space X realizó 134 lanzamientos con cohetes Falcon. “Suele acertar perfectamente en la órbita que se le pide y en los parámetros de separación, así que estamos relativamente tranquilos”, afirmaba García unos días antes del lanzamiento.

En un principio, el lanzamiento estaba programado para la tarde del martes 28 de enero en Florida. Sin embargo, el temporal invernal que ha afectado al sur de Estados Unidos en los últimos días complicó el transporte de la segunda etapa del cohete Falcon 9 desde su fábrica en Texas hasta Cabo Cañaveral.

Finalmente las expectativas de García se cumplieron y el satélite fue lanzado con éxito un día más tarde. Próximamente llegará el turno del SpainSat NG-II, el hermano gemelo del Spainsat NG-I. Actualmente se encuentra en fase de ensayos en las instalaciones de Airbus en Toulouse y su lanzamiento está previsto para septiembre u octubre de este año. Aunque ambos satélites comparten características, el SpainSat NG-II se colocará en una órbita diferente. Juntos, ambos satélites garantizarán la cobertura de dos tercios de la superficie terrestre

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Sobre la firma

Isabel Rubio
Es colaboradora de las secciones de Tecnología, Ciencia y Salud de EL PAÍS. Además de seguir de cerca a Apple, Samsung y otros gigantes, prueba dispositivos y analiza el impacto de los avances tecnológicos en la sociedad. También verifica contenidos científicos en la fundación Maldita.es.
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