El sector biotecnológico supera las cifras de 2020 y capta 180 millones de euros de inversión privada

El sector biotecnológico continúa con el buen ritmo de años anteriores. La inversión privada aumentó en un 20% con respecto al año anterior, superando un récord, con un total de más de 180 millones de euros en 41 operaciones, según se detalla en el informe Asebio 2021, presentado este jueves por la Asociación Española de Bioempresas (Asebio). Hay otras cuestiones en las que apenas ha habido cambios: los inversores internacionales siguen interesados en este sector y, además, participaron en las operaciones más grandes del sector, según ha explicado Ion Arocena, director general de Asebio. El crowdfunding sigue siendo una vía importante de financiación del sector.

Otro aspecto que se ha destacado durante la presentación es que la actividad de estas empresas ha generado más de 10.336 millones de renta, lo que supone el 0,9% del PIB nacional. Su facturación asciende a más de 12.000 millones de euros. Además, esta industria contribuyó con 121.755 empleos, el 0,7% del total de empleo nacional.

Sin embargo, en este informe también hay aspectos negativos. El principal pero es que la inversión del sector biotecnológico en I+D se redujo, por primera vez desde 2014, en un 10% respecto al año anterior, según ha detallado Arocena, por efecto de la pandemia y de la emergencia sanitaria. Se invirtió casi 900 millones de euros en 2020, un 6% de la inversión nacional. A pesar del descenso, el sector se mantiene entre los primeros puestos en intensidad de inversión I+D, después de los servicios de I+D y del sector educativo.

“La biotecnología tiene impacto en 13 de los 17 objetivos del desarrollo sostenible”

Durante la presentación, que ha tenido lugar en las oficinas centrales de ICEX, más de una decena de socios de Asebio han hecho un recorrido a través de la atribución que la biotecnología realiza para el cumplimiento del desarrollo sostenible. “La biotecnología tiene impacto en 13 de los 17 objetivos del desarrollo sostenible”, ha incidido Arocena. Un aspecto en el que los presentes se han detenido es la importancia de la cooperación y la colaboración entre los distintos actores del sector biotech. Ana Polanco, presidenta de Asebio, ha insistido en que es la clave del éxito de los últimos años: “Una colaboración estrecha es lo que hizo posible, en el 2021 y también este año, esta ola de innovaciones que aportan soluciones que la sociedad nos está demandando”.

Otras de las cuestiones que continúan en una línea ascendente es la expansión del tejido empresarial. Si hace dos décadas apenas había medio centenar de compañías que se dedicaban estrictamente a la biotecnología, las cifras actuales multiplican notoriamente esta cifra: “Hoy contamos con 860 compañías españolas que están trabajando día a día para buscar soluciones para mejorar la vida de millones de personas en el planeta e impulsar la sostenibilidad”, ha detallado Polanco. Las áreas en las que más se concentra el trabajo de estas empresas son la salud humana y la alimentación. Estas compañías se incluyen en las casi 4.000 que realizan actividades biotecnológicas. Cataluña está a la cabeza en el número de empresas de biotech, seguida de Madrid y Andalucía.

No solo hay interés en el mundo empresarial, sino que los estudiantes también se interesan por estudiar biotecnología, a pesar de su alta nota de corte. Por ejemplo, en la Universidad de Almería la nota de corte actual para acceder a este grado alcanza casi los 11 puntos sobre 14; si es en la Universidad Politécnica de Madrid la nota asciende a más de 13. El número de matriculados en estudios universitarios que se ha registrado durante el curso 2020-2021 supera los 8.700, entre grados y másteres. El 60% son mujeres. Las empresas biotecnólogas son el sector, después de las dedicadas a servicios de I+D, con el mayor porcentaje de investigadores sobre el total de empleados, con un 13,23% del total.

“Nuestra economía como país líder en producción científica sería, sin duda, mejor”, ha apostillado Polanco. Es por ello que ha asegurado que seguirán trabajando para que el sector sea el protagonista de las transformaciones necesarias. Cuentan con el apoyo de varios ministerios, pero solicitan que estos miren a la industria biotecnológica para que se incorpore en toda la cadena de valor de la I+D y de la innovación “porque en ella van a encontrar voluntad de colaboración, compromiso con la ciencia y la innovación y un vector de transformación hacia una economía más sostenible y resiliente”.

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