Los Emiratos Árabes despegan rumbo a Marte
La sonda tardará siete meses en llegar a la órbita marciana para estudiar la dinámica de la atmósfera del planeta rojo
Emiratos Árabes ha enviado esta medianoche del domingo su primera nave espacial a Marte, bautizada como Hope. Hasta ahora, cuatro potencias han enviado sondas robóticas a Marte: La Unión Soviética, Estados Unidos, la Unión Europea y la India. Sorprendentemente, el último lanzamiento hacia el planeta rojo lleva la bandera de los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
El nuevo vehículo ha sido diseñado con ayuda de universidades americanas, utiliza un cohete japonés, ha despegado desde el polígono nipón de Tanegashima y se controla desde un centro de mando en la universidad de Colorado y otro en Dubái. Este último es un moderno complejo que se levanta en la periferia de la ciudad, junto a una autopista de seis carriles que serpentea sobre la arena del desierto. En su fachada luce el nombre de su impulsor: Mohammed bin Rashid, actual primer ministro de los Emiratos y emir de Dubái.
Este lanzamiento hacia Marte es un paso importante en la promoción de nuevas tecnologías. El hecho de que parte del vehículo haya sido ensamblado y probado en EAU indica a las claras un interés en atraer talento local o internacional en empresas no necesariamente relacionadas con el petróleo.
Los Emiratos Árabes empezaron a lanzar satélites artificiales hace 20 años
Los Emiratos Árabes empezaron a lanzar satélites artificiales hace 20 años. Al principio, subcontratando su construcción en otros países con más experiencia como Corea del Sur. Al no disponer de bases de lanzamiento o cohetes adecuados, los servicios de puesta en órbita siempre han sido alquilados a terceros. Primero, a Rusia, desde sus polígonos de Kazajstán; después a las agencias espaciales japonesa y europea.
El KhalifaSat –dedicado también al estudio de recursos naturales- empezó a construirse en Korea pero poco a poco pasó a depender de técnicos árabes hasta que las instalaciones de Dubái pudieron hacerse cargo de las últimas fases de integración y pruebas. A todos los efectos, sus orgullosos propietarios lo consideran ya una muestra de lo avanzado de la industria espacial dubaití.
La sonda que va a Marte es mucho más compleja que un mero satélite de la Tierra. Y su trayectoria, también. Con una tonelada y media de peso es más ligera que otros que la han precedido, pero de ningún modo se puede considerar un mero lanzamiento “de prestigio”, aunque uno de sus objetivos es llegar a Marte en el mismo año en que se cumplirán los 50 años de la constitución de los Emiratos tras el dominio británico
La sonda ha sido bautizada Hope, como referencia a las muchas esperanzas puestas en ella. Tardará siete meses en llegar a su objetivo. Una vez allí entrará en una órbita desde la que estudiar la dinámica de la atmósfera marciana. La Hope lleva a bordo tres cámaras que cubren tres bandas de interés: visible, ultravioleta e infrarrojo y mantendrá el planeta bajo escrutinio continuo durante por lo menos un año.
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