El Consell destina 20 millones de euros a los daños agrarios de la gota fría

El pleno del Consell ha aprobado este viernes el decreto con las bases reguladoras y el procedimiento de concesión y pago de las ayudas urgentes a las explotaciones agrícolas y ganaderas por los daños producidos por la DANA del pasado septiembre, a las que destinará un importe máximo de 20 millones de euros.

Así lo ha explicado en la rueda de prensa posterior al pleno la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, quien ha precisado que se fija un límite de 8.000 euros por solicitud, y que las peticiones podrán presentarse en el plazo de dos meses a partir de su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat.

Podrán ser beneficiarios los titulares de explotaciones agrícolas y ganaderas calificadas como pyme ubicadas en los términos municipales incluidos en el decreto que hayan sufrido daños en elementos de la explotación no asegurables en el vigente plan de seguros agrarios combinados.

El Consell ha validado también la declaración de emergencia de los trabajos de reposición de cañerías de saneamiento y abastecimiento de agua potable en la localidad alicantina de Almoradí. La fuerza del agua produjo arrastres de tierras, colapsó la red de saneamiento y provocó serios daños en los colectores del municipio. Los trabajos están presupuestados en 147.137 euros.

En Almoradí fue la rotura de la mota del río Segura, junto con las intensas precipitaciones que cayeron sobre el municipio, lo que provocó una inundación extraordinaria en gran parte del municipio.

La Comunitat Valenciana se vio afectada los días 11, 12, 13 y 14 de septiembre por un temporal de lluvias de una extraordinaria intensidad, extensión y alcance, asociados al fenómeno meteorológico denominado Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que ocasionó graves inundaciones en todo el sur de la provincia de Alicante, especialmente en las comarcas de la Vega Baja y Baix Vinalopó, con daños en bienes de titularidad privada y pública.

Las primeras estimaciones que hicieron entonces dos asociaciones agrarias hacían temer la pérdida en conjunto en la considerada huerta de Europa de unas 300.000 hectáreas de cultivo, una superficie equivalente a la provincia de Álava.