El mayor pico de gripe en cuatro años colapsa las urgencias y a los profesionales
La epidemia continúa por cuarta semana consecutiva y ha alcanzado los 309,7 casos por cada 100.000 habitantes
Ocurre cada temporada. Este año ha llegado esta semana. A pesar de haber conseguido la cifra más alta de vacunación de gripe en la región, 1,1 millón, también se ha alcanzado el dato más alto de casos en los últimos cuatro años: 309,7 por cada 100.000 habitantes, según recoge el informe semanal de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad. Eso, en Madrid y también cada temporada, se traduce en urgencias colapsada y profesionales sanitarios saturados. Ya en noviembre, sindicatos y profesionales comenzaron a avisar de lo que iba a suceder. En diciembre insistieron y, desde el pasado enero, denuncian y otra vez la situación de los hospitales, sobre todo a partir de media tarde y en adelante.
Para Pedro Carmona, la noche que pasó en la sala de urgencias del Hospital 12 de Octubre se parecía más a una “escena bélica” que a una sala de espera. Fue la semana pasada, un día que fue con su mujer y su suegra: “Solo al entrar recibimos un puñetazo de calor y un olor nauseabundo. Había unas 15 personas sin hogar durmiendo en los bancos. Hacía frío, es normal que se resguarden donde puedan y es algo que, acertadamente, los vigilantes no impiden a pesar de las presiones que reciben”. Carmona recuerda pacientes en sillas con goteros puestos, gente tosiendo tan fuerte que llegaba a la arcada, niños corriendo y mirando en las máquinas de comida y café por si alguien se había dejado una moneda, gente gritando mientras, de vez en cuando, por los altavoces se pedía silencio. Y detrás de esa sala, otra más, por la que asomaban más goteros, sillas de ruedas y toses. Algo parecido volvió a ocurrir ayer por la mañana.
Ese panorama no sorprende a Guillén del Barrio, del Movimiento Asambleario de Trabajadores de la Sanidad, que cuenta que, en el gremio, a las Urgencias de La Paz se las ha llegado a llamar “Kosovo”, asegura que ocurre “año tras año” y que solo cuando la epidemia tiene un pico “parece haber reacción política”. Asegura que denuncian siempre lo mismo: “En cuanto llega la gripe, que es previsible, el sistema colapsa… Ocurre por un deterioro en la Atención Primaria que también venimos denunciando desde hace años. La gente viene a los hospitales porque cuando pide cita en el Centro de Salud, les dan para dos semanas”, explica. Y añade que, aunque el personal “se esté dejando la piel”, no se puede hacer más con los recursos disponibles. El Plan de Invierno de la Sanidad madrileña, con un presupuesto de siete millones, tenía la previsión de habilitar 876 camas y reforzar las plantillas con 1.300 profesionales, principalmente de Enfermería. Por el momento, según la Consejería, han sido 674 camas y 1.127 contratos; y es la cuarta semana consecutiva con epidemia, con un umbral para esta temporada de 38 o más casos por cada 100.000 habitantes.
Para los sindicatos ni es suficiente ni se activó a tiempo dicho Plan. El de enfermería, Satse, ha denunciado en al menos tres ocasiones desde que comenzó 2020 la saturación de las urgencias. La última, este lunes: “Cuando lo único que se valora es la rentabilidad económica, la asistencia sanitaria empeora y el mejor ejemplo es el Hospital del Sureste, en Arganda del Rey, donde llevan todo el fin de semana con la Urgencia saturada”. Ese mismo día fue cuando la Dirección del centro decidió abrir una Unidad que “hubiera evitado la situación” de los dos días anteriores. Guillén del Barrio, del Mats, alude a que estas situaciones “no son picos”: “Es una política sanitaria privatizadora y es un clásico, primero se deteriora el servicio y, cuando tienes a los pacientes hartos, culpas a ese servicio y mientras ya has ido invirtiendo en la privada”.
En el Hospital 12 de octubre, cuenta del Barrio, ya ha habido varias situaciones límites esta temporada; en el Gregorio Marañón, la semana pasada, hubo días con 56 pacientes por ingresar; y lo mismo ocurrió en La Paz y en el Clínico San Carlos. Mientras que la Consejería insiste en que los Centros de Salud y las urgencias de la Atención Primaria son los primeros recursos a los que acudir, los sindicatos se preguntan cómo va a ocurrir con el panorama existente. “Hay 14 centros de salud que por la tarde no dan cita, hay que reforzar con personal. Y una vez que se llega a los hospitales, hay que reabrir camas que están cerradas. Los recursos existen, pero parece que el Gobierno está empeñado en no usarlos”.
Desde Satse, en referencia a ese refuerzo, añaden que desde la Comunidad se “obvia” que las plantillas de los centros asistenciales son deficitarias: “Por lo que las contrataciones van a paliar un déficit crónico y el nuevo contrato se utiliza, en muchas ocasiones, para poder dar permisos al personal de plantilla o cubrir bajas. La gran mayoría de las Urgencias, por no decir todas, tienen profesionales de Enfermería por debajo de los ratios recomendados como mínimos, siendo las contrataciones insuficientes para paliar el exceso de afluencia”.
Obras que agravan la situación
El Hospital 12 de Octubre o el Gregorio Marañón están actualmente inmersos en varias obras de mantenimiento que, aluden pacientes y profesionales, agravan la situación de las urgencias. Según denunció el sindicato de Enfermería Satse la pasada semana, en el Gregorio Marañón, por ejemplo, aunque "se están utilizando todos los espacios disponibles, son insuficientes”.
En el Hospital 12 de Octubre, también en obras y en la propia Urgencia (que ha sido ubicada entre otros lugares en unos barracones en el aparcamiento), están "al límite y se han tenido que suspender algunas cirugías programadas para liberar camas”, explicaron desde Satse. Y, según la organización, en ambos centros la falta de un espacio específico para abordar la epidemia de gripe está provocando que, ante la sospecha de un caso, "se tenga que inhabilitar una cama en la planta (en habitaciones dotadas para dos pacientes) lo que está reduciendo la disponibilidad de ingreso de pacientes provenientes de la Urgencia".
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