La tormenta tumbó mil árboles en la sierra de Collserola

No son tan visibles para la ciudadanía de Barcelona y su entorno como otros destrozos —como los de las playas—, pero la gran borrasca Gloria también causó estragos en el Parque Natural de Collserola. El primer balance de los efectos del temporal cifra en un millar los árboles tumbados, y los técnicos se afanan en abrir los tramos de la red de caminos de prevención de incendios que han resultado afectados la caída de ejemplares y en gestionar “el importante volumen de madera acumulado”, explica el parque en una nota. El temporal de viento, lluvia y también nieve también provocó socavones por árboles que resultaron arrancados de cuajo. Los trabajos se alargarán durante meses, admite el gestor del parque.

Hasta ayer, los trabajos se centraron en la zona del Baix Llobregat, uno de los puntos más afectados, y el objetivo principal de las primeras actuaciones es que los 211 kilómetros de pistas que integran la red viaria del parque quede libre de ramas y árboles cuanto antes. “La previsión es que durante esta semana puedan finalizarse estos trabajos. El resto de la red, senderos y caminos secundarios, tardarán meses en ser 100% transitables”, afirma el comunicado y mientras, alerta, la “circulación puede ser complicada”. El parque también avisa de que las ramas que han resultado dañadas podrían caer, por lo que pide “prudencia los días de viento o lluvia”.

“Situación preocupante”

Sobre el estado del bosque, “aunque la caída de árboles es relativamente habitual y puede ser incluso beneficiosa para su dinámica, el elevado número de arboles tumbados y la concentración en algunos puntos de la sierra es preocupante”, añade el balance, que recuerda que la madera en el suelo incrementa el “riesgo de combustabilidad” y puede ser foco de plagas.

En los trabajos de retirada han trabajado los técnicos del Parque y los agentes forestales de los municipios. En las zonas habitadas, han sido los jardineros de cada municipio quienes han trabajado con intensidad.

El Parque también alerta de que, por la morfología y orientación de este temporal, los puntos afectados son prácticamente los mismos que durante el temporal de viento de 2009, aunque entonces el efecto fue “mucho más importante y llegó a tumbar centenares de miles de árboles”.