La edificación en Cataluña crece al ritmo más bajo desde 2013

El Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) hizo públicos ayer los datos de 2019 sobre la superficie total visada, que solo aumentó un 4,8% respecto al año anterior. Se trata del crecimiento más bajo desde 2013, cuando la superficie autorizada para la construcción descendió un 16,1%. Tras la tímida recuperación de los últimos cuatro años, las cifras suponen un cambio de tendencia hacia una desaceleración en el sector que puede agravarse en los próximos años.

La caída de la construcción, especialmente de viviendas, se hace evidente en Barcelona donde los proyectos de este tipo de obra descendieron un 15,6% en 2019. Por primera vez en tres años, la superficie visada en la capital creció por la actividad de obras de oficinas y edificaciones para usos industriales, en vez de viviendas. La decana del Colegio, Assumpció Puig, admitió ayer que la obligación de reservar un 30% de vivienda social en las grandes promociones inmobiliarias de la capital catalana ha contribuido a “paralizar un poco” las construcciones. Desde que el Ayuntamiento de Barcelona aprobó la medida a inicios de 2019, las solicitudes de licencia de obra se han frenado, pero Puig queda a la espera de la respuesta judicial a los recursos que presentaron promotores y abogados urbanísticos para valorar el impacto de la medida. 

El panorama de desaceleración es general en Cataluña y, según señaló ayer la decana, se debe a la caída de proyectos en el área metropolitana de Barcelona. Este territorio fue el motor de la tímida recuperación de los últimos años tras la debacle en 2012, cuando la superficie para proyectos visados cayó más de un 25%. La nueva tendencia confirma la previsión para España de la red europea de constructoras y consultoras, Euroconstruct, que pronostica para 2022 unas cifras negativas o, como muy positivas, del 0%.

En lo que respecta a la tipología de proyectos, son las viviendas las que sufren una desaceleración más relevante. En 2019 se visaron 15.853 viviendas en Cataluña, lo que supone un incremento del 8,6% respecto al 2018, mucho menor que en años anteriores, cuando el crecimiento fue de entre el 30% y el 40%. La superficie visada en Cataluña en 2019 —4.721.714 metros cuadrados— diagnostica también unas viviendas de un tamaño cada vez menor.

Más inversión en industria

Sobre Barcelona, las cifras absolutas denotan, sin embargo, un crecimiento del 33,1% en superficie visada. Esto se debe al aumento de proyectos del sector terciario como oficinas o naves industriales. En 2019, la superficie visada para este tipo de construcciones creció un 217,8% respecto el año anterior, básicamente por la construcción de un gran complejo industrial en Zona Franca y edificios de oficinas en el distrito 22@.

Puig explicó que esta situación se repite en toda Cataluña. “Está claro que quien debe apostar por la vivienda no lo ve claro e invierte en otros proyectos”, concluyó Puig. La decana advirtió que la situación debe cambiar en un contexto de “emergencia habitacional”. Según señaló Puig, el volumen ideal de construcción de vivienda es de 26.300 unidades al año, pero desde 2010 las cifras están muy por debajo de los 20.000.

Desde el COAC también alertan que la lentitud en los tramites de las licencias de obra es otro de los factores de desaceleración. Según el Colegio, el tiempo de espera en Cataluña es de entre 2,5 y 9 meses, y en algunos municipios los plazos son tan largos que repercuten en la pérdida de inversiones. En Barcelona, donde la media es de 5,1 meses, hay incluso disparidad entre distritos y en un 10% de ellos la espera es de más de 12 meses, como en Ciutat Vella y Eixample.